Gongbang: ¿una tendencia que muestra nuestro miedo a la soledad o nuestra obsesión con la productividad?

La tendencia del gongbang o “estudia conmigo” va en crecimiento, ¿a qué se debe su popularidad?

Gongbang: ¿una tendencia que muestra nuestro miedo a la soledad o nuestra obsesión con la productividad?
Captura de pantalla del canal de videos de gongbang, Merve, en YouTube.
Una lectura de 3 minutos

Más de 7.2 millones de vistas y 4,175 comentarios tiene un video de dos horas y media de duración en la que una estudiante de medicina se graba a sí misma mientras estudia en completo silencio. El video tiene música instrumental de fondo, pero también está disponible una versión sin música. Ambos videos forman parte del canal de YouTube “The Strive Studies” de la vlogger Jamie L., uno de los canales más populares de la tendencia conocida como gongbang (공방) o “estudia conmigo”, el nombre es coreano ya que fue en Corea del Sur donde se originó la tendencia, aunque ahora ya se ha extendido a otras partes del mundo.

Como explica mi compañera Paulette Delgado, el concepto es simple, básicamente se trata de ver a otras personas mientras estudian. Si buscas la palabra #gongbang directamente en YouTube, la búsqueda arroja un total de 32 canales en los que estudiantes transmiten videos de sí mismos repasando en casi completo silencio durante horas a cientos de espectadores. Algunos youtubers incluyen música relajante o sonidos aptos para el estudio como los de la lluvia o tormentas. Otras, suman a esta tendencia el fenómeno del internet conocido como ASMR (acrónimo de Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), agregando sonidos que se producen al teclear, escribir o dar vuelta a una página para producir una sensación de relajación o placer.

No me sorprende la creciente popularidad de esta tendencia. En tiempos de pandemia, la soledad y el aislamiento han causado estragos en nuestra salud mental y emocional por lo que buscar sentirse “acompañados”, aunque sea a través de la pantalla, es totalmente comprensible. Para muchas personas, estudiar junto con Jamie, Merve, Grégoire o Angela, brinda esa sensación de compañerismo y acompañamiento que hemos perdido en el último año debido a la COVID-19. ¿Quién no recuerda esas sesiones de estudio o de trabajo en equipo en las que se hacía todo menos estudiar o trabajar? Cuando leí este artículo sobre el gongbang, recordé con cariño aquella época de la prepa y la universidad en la que nos reuníamos en la casa de alguna compañera para estudiar o hacer esa presentación en equipo que tomaba más horas de lo planeado porque la mayor parte del tiempo la pasábamos comiendo, platicando o procrastinando. Sin duda podíamos ser más disciplinadas y eficientes, sin embargo, ese examen o esa entrega servían de pretexto para formar y fortalecer esos lazos de amistad y compañerismo tan característicos de esa época de nuestras vidas. Hoy, millones de estudiantes están perdiendo estos espacios físicos y momentos tan cruciales en nuestra formación como profesionales y como personas. Es por eso por lo que la popularidad de estos vloggers del gongbang es tan grande e interesante.

Aunque para muchas personas la popularidad de este género de videos se debe a la creciente sensación de soledad que permea en nuestra sociedad, yo detecto otro factor presente en la tendencia del gongbang: nuestra obsesión con la productividad. La mayoría de estos canales ofrecen técnicas de estudio para “aprender más rápido y procrastinar menos” como se lee en la descripción del canal de YouTube del francés Grégoire Dossier. Muchos de estos estudiantes utilizan la técnica “Pomodoro”, que es un método de gestión del tiempo dedicado a una actividad, para hacer más eficientes sus sesiones de estudio y trabajo. Incluso, algunos agregan un cronómetro en la pantalla para indicar los intervalos de trabajo y descanso de esta técnica. No debe extrañarnos entonces que esta tendencia haya surgido en Corea del Sur, un país en el que el ingreso a la universidad es altamente competido, llevando incluso a que muchos estudiantes pasen más de 12 horas diarias estudiando y preparándose para sacar las mejores notas. Pero esta cultura de la competitividad no es exclusiva de este país asiático, permea en nuestra sociedad incluso en tiempos de pandemia, donde los casos de burnout, ansiedad y depresión van cada día en aumento.

Y es que la pandemia ha puesto en evidencia estas y otras tantas problemáticas que ya veníamos arrastrando desde hace mucho tiempo, pero también ha rescatado ese “único valor que siempre ha estado presente, aunque oculto: el carácter ritual de la comunidad escolar”, como señala Andrés García Barrios en un artículo publicado la semana pasada. Para mí, la popularidad de los videos gongbang o “estudia conmigo”, muestra precisamente la importancia de ese ritual educativo que se reafirma hoy más que nunca en eso que llamamos “la escuela” (ya sea virtual, presencial, en casa, al aire libre o incluso, en canales de YouTube) y en la necesidad inherente del contacto humano, del compañerismo y de hacer comunidad.

Editora en jefe
Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0