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El aprendizaje vivencial es una manera efectiva de impartir conocimientos y generar competencias en todas las áreas del conocimiento, sin embargo, en el área de ingeniería es primordial, ya que el conocimiento teórico que el alumno retiene y recuerda con mayor facilidad es aquel que pone en práctica por medio de proyectos, experiencias o prácticas reales.
Por Esmeralda Uribe Lam euribelam@itesm.mx , Jorge Peñalva Soto jpenalvas@itesm.mx , Beatriz Murrieta Cortés bmurriet@itesm.mx , Cecilia Treviño Quintanilla cdtrevino@itesm.mx Víctor Romero Muñoz vromero@itesm.mx
El aprendizaje vivencial es una manera efectiva de impartir conocimientos y generar competencias en todas las áreas del conocimiento, sin embargo, en el área de ingeniería es primordial, ya que el conocimiento teórico que el alumno retiene y recuerda con mayor facilidad es aquel que pone en práctica por medio de proyectos, experiencias o prácticas reales.
Como profesores del área de ingeniería hemos identificado diversas oportunidades para mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos. Si usted es docente en esta área de conocimiento le compartimos este breve cuestionario:
- ¿Has notado que cuando tus alumnos realizan un proyecto que involucra la fabricación de un prototipo para el cual es necesario el uso de herramientas y equipos, pasan la mayor parte del tiempo aprendiendo a utilizar estos medios y no realizando el proyecto?
- ¿Sabes cuánto material y herramientas terminan convirtiéndose en basura antes de lograr un prototipo funcional y entregable?
- ¿Podrías determinar un número aproximado de cuántos retrabajos realizan tus alumnos en sus prototipos?
Al responder estas preguntas los profesores de la escuela de mecánica e industrial del Tec de Monterrey, nos dimos cuenta que es necesario que nuestros alumnos se instruyan y aprendan a utilizar las herramientas, equipos de laboratorio y máquinas de una manera más efectiva con la finalidad de que su experiencia en el desarrollo de proyectos sea más productiva.
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“Para ser más productivos es sus proyectos, es necesario que los alumnos se instruyan de manera efectiva.”
“La práctica hace al maestro”, dice el refrán. Pero para practicar en particular con el equipo de un laboratorio o taller, es necesario tener un instructor que, constantemente esté mostrando a los alumnos a través de ejemplos y explicando al mismo tiempo cómo se maneja un equipo en particular.
Hace algunos años, esto no era tan difícil ya que en el Tec de Monterrey teníamos relativamente pocos equipos y eran muy simples de manipular. Hoy en día tenemos equipos complejos, que se manejan a través de varias pantallas, con decenas de botones virtuales. Un instructor, que ha pasado decenas de horas manejando el equipo puede ‘ver’ claramente en esa ‘jungla de botones’, pero los alumnos, no.
Nuestros alumnos han recurrido a grabar las sesiones con sus teléfonos celulares y, aunque festejamos esa iniciativa, sabemos que la calidad y efectividad de estos videos es limitada. Típicamente el instructor se pasa de una a dos horas explicando y demostrando el equipo y pone a disposición de los alumnos instructivos resumidos del procedimiento, esperando que esto sea suficiente para que ellos aprendan.
Sin embargo, los resultados que hemos observado son:
- Los alumnos practican poco.
- Los alumnos constantemente vuelven a pedir instrucciones.
- Los instructores terminan haciendo lo que deberían estar haciendo los alumnos (dando paso a paso cada instrucción al alumno).
- Para el siguiente semestre los alumnos han olvidado casi todas sus ‘habilidades’.
Con el fin de disminuir el efecto de estas situaciones y generar un aprendizaje duradero y completo en nuestros alumnos, a través del proyecto NOVUS “Ingeniería Vivencial” desarrollamos una metodología de enseñanza basada en el aprendizaje flexible y vivencial para el desarrollo de competencias básicas relacionadas con ingeniería. La metodología presenta una enseñanza por medio de módulos secuenciales de aprendizaje, recursos electrónicos innovadores y experiencias prácticas y virtuales.
Esta metodología propone una serie de módulos de aprendizaje, donde el alumno cuenta con los recursos para avanzar a su ritmo, además de evaluaciones rápidas y eficaces que indiquen que puede continuar con los módulos prácticos más avanzados. Las etapas de la metodología se presentan en la siguiente imagen:
Con esta metodología de enseñanza, se pretende desarrollar competencias técnicas para reforzar el conocimiento teórico, apoyar al alumno para que gestione su aprendizaje y pueda generar habilidades para mejorar la calidad de los proyectos académicos.
Esta innovación no va directamente ligada a ninguna asignatura, tampoco es un proyecto para una clase, sino más bien es un aprendizaje paralelo que el alumno podrá llevar a cabo durante su estancia en el Tec de Monterrey y del cual se desarrollaran las competencias que le serán útiles para sus proyectos académicos y en su vida laboral.
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“Nuestra propuesta es una metodología de enseñanza, por medio de módulos secuenciales de aprendizaje, recursos electrónicos innovadores y experiencias prácticas y virtuales.”
La innovación educativa de esta propuesta es la enseñanza y preparación fuera del salón de clases, con actividades virtuales y prácticas vivenciales, donde se potencialice la capacidad del alumno para gestionar su aprendizaje, además de la generación y evaluación de competencias básicas.
El proyecto se encuentra en proceso de implementación como una metodología completa, se han realizado pruebas piloto con algunos talleres dentro de los laboratorios CIMA (Centro de Innovación y Manufactura Avanzada) del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, obteniendo excelentes resultados y generando un uso eficiente en los equipos y máquinas además de una enseñanza más personalizada.
Con el método tradicional se atendían entre 70 a 100 alumnos al semestre mientras que con ingeniería vivencial se han atendido hasta 200 alumnos a la semana con talleres y prácticas en equipos de 7 alumnos.
Consideramos que este proyecto permite abordar áreas de oportunidad importantes en nuestra labor como docentes y como institución, pero su mayor riqueza radica en la motivación y en la experiencia que nuestros alumnos se llevan a lo largo de su carrera profesional. Al ser gestores de su propio aprendizaje los futuros profesionistas generan competencias valiosas para su vida profesional.
Acerca de los autores
Esmeralda Uribe Lam es profesora de la escuela de Mecánica e Industrial del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro. Es Ingeniera en Mecatrónica y tiene un Doctorado en Ciencias de la Ingeniería. En los últimos años ha enfocado su investigación en materiales compuestos biodegradables y en la producción de nanopelículas de óxido de aluminio para la protección de metales.
Jorge Peñalva es director de la carrera de Ingeniero Mecánico Administrador del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro. Es ingeniero mecánico con una Maestría en Ciencias. Tiene experiencia en el área de aeronáutica y diseño.
Beatriz Murrieta es directora del departamento de Ingeniería Industrial del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro. Tiene un Doctorado en el área de Ingeniería Industrial. En los últimos años ha enfocado su investigación en el campo de logística y optimización.
Cecilia Treviño es profesora del departamento de Mecánica del Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro. Es ingeniera química con Doctorado en Ciencias de la Ingeniería. En los últimos años ha enfocado su investigación en plásticos.
Víctor Romero es director del Centro de Innovación y Manufactura Avanzada del Tecnológico de Monterrey, campus Querétaro. Es ingeniero mecánico con Maestría en Ciencias. Tiene amplia experiencia en el área de manufactura y diseño.
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Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0 
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