No te quedes fuera del ciberespacio: ¿cómo empoderar a los líderes de las escuelas virtuales?

Conoce cuatro acciones críticas para enfrentar los desafíos únicos del liderazgo virtual de forma eficaz e innovadora.

No te quedes fuera del ciberespacio: ¿cómo empoderar a los líderes de las escuelas virtuales?
exc-6073d3b24cb0dd4608faef41
Una lectura de 5 minutos

Los directores en las escuelas tradicionales se convirtieron repentinamente en “directores virtuales” que necesitan apoyo para navegar en este nuevo panorama del aprendizaje en línea.

El arquetipo de la escuela de ladrillo y cemento se desvanece a medida que la pandemia se prolonga. Los directores en las escuelas se han convertido repentinamente en “directores virtuales” que necesitan apoyo para navegar en este nuevo panorama. A pesar del cambio hacia el aprendizaje a distancia, el discurso del liderazgo virtual permanece al margen. A medida que aumenta la trayectoria de crecimiento del aprendizaje en línea, ¿cómo podemos desarrollar los “líderes virtuales” efectivos que necesitamos ahora y en el futuro?

A largo plazo, las escuelas tendrán que invertir en programas de capacitación para que los directores y líderes académicos puedan hacer frente a los desafíos únicos del liderazgo virtual. No obstante, a corto plazo pueden recurrir a la experiencia de directores y líderes académicos de escuelas virtuales con muchos años de experiencia en busca de orientación. En este sentido y basándome en los hallazgos de mi estudio: Liderando a distancia: el director de la escuela virtual como líder instruccional; a continuación, describo cuatro acciones críticas para un liderazgo virtual eficaz e innovador.

“El crecimiento del aprendizaje virtual ha superado la limitada investigación que existe sobre prácticas efectivas orientadas al liderazgo virtual; por ello, es necesario desarrollar nuevos recursos que aborden las necesidades únicas del director de la escuela virtual”.

Acción 1: Establecer nuevos paradigmas para medir el rendimiento de los estudiantes

Los líderes escolares deben cuestionarse algunas prácticas y métricas comunes utilizados para definir el éxito del aprendizaje en línea. Primero, es importante asegurarse que sus estudiantes comprendan cómo tener éxito en un entorno remoto. Los educadores no deben asumir que los estudiantes han internalizado las mejores prácticas para el aprendizaje en línea. Es necesario que las escuelas ofrezcan un curso introductorio que cubra las mejores prácticas del aprendizaje en línea, tales como: cómo enviar y revisar tareas, cómo mantenerse organizado con calendarios digitales, cómo comunicarse de manera efectiva a través de la plataforma en línea de la escuela, a quién contactar para obtener asistencia técnica, así como algunas opciones para poder compartir sus expectativas del trabajo diario. En pocas palabras: las escuelas deben eliminar las barreras técnicas necesarias con el fin de que los estudiantes se sientan capacitados para aprender. Este paso preventivo garantizará que los educadores no diagnostiquen erróneamente los desafíos que son logísticos como académicos.

Asimismo, los directores y líderes académicos deben trabajar con los maestros para establecer un conjunto de estándares de calidad para los cursos en línea. Durante mis entrevistas con los directores y los líderes académicos de algunas escuelas con más experiencia en el aprendizaje en línea, me compartieron que han aprovechado herramientas como los Estándares ISTE para Educadores, los Estándares Nacionales de iNACOL para Cursos en Línea de Calidad y las Rúbricas de Asuntos de Calidad para guiar a su personal en el diseño de cursos en línea efectivos. Estos modelos proporcionan excelentes hojas de ruta para los educadores que no saben por dónde empezar.

Una vez establecidas las bases para el éxito en el aprendizaje remoto, se debe desarrollar una estrategia para monitorear el aprendizaje de los estudiantes sin depender únicamente de la finalización del curso. El reporte del Centro Nacional de Políticas Educativas sobre la eficacia de las escuelas virtuales en EE. UU., revela que las tasas de finalización de cursos son pésimas. En un esfuerzo por mejorar las tasas de finalización, los directores que entrevisté informaron que emplean protocolos para rastrear e informar la finalización del curso. Sin embargo, el seguimiento a estos indicadores puede distraer la atención de los directores en lugar de centrarse en la enseñanza y el aprendizaje rigurosos. Por el contrario, se deben capitalizar las estructuras autónomas endémicas del aprendizaje digital. Por ejemplo, requerir que los estudiantes establezcan y alcancen sus propias metas de progreso semanal. Esta nueva métrica, traslada la conversación hacia objetivos individuales centrados en el alumno que mejorarán el éxito general de los estudiantes en una clase y desarrollarán la agencia del alumno.

Acción 2: Invertir en el desarrollo profesional para los educadores en línea

Históricamente, directores y educadores no están satisfechos con la cantidad y calidad de las oportunidades de desarrollo profesional para los educadores en línea. Para abordar esta brecha, los directores y líderes académicos que entrevisté unieron fuerzas para ofrecer oportunidades de aprendizaje profesional a sus equipos de trabajo a través de experiencias de base, y no de tipo “conferencia”; aun así, las necesidades de los maestros en línea siguen siendo insatisfechas. Por ello, es momento de asignar más recursos para apoyar los programas en línea administrados por la escuela. Las agencias educativas locales, los distritos escolares intermedios y las asociaciones nacionales de currículo e instrucción, deben diseñar un desarrollo profesional asequible y accesible para ayudar a sus “colegas digitales” a enfrentar estos desafíos únicos. A medida que la educación en línea se expande, los superintendentes y líderes estatales deben contar con presupuestos de desarrollo profesional del tamaño adecuado que reflejen la proporción de estudiantes en línea a los que prestan servicios.

Acción 3: Considerar el diseño de base cero para los sistemas de evaluación de maestros en línea

Los directores y líderes académicos que entrevisté expresaron la necesidad de herramientas y procesos de evaluación de maestros que reflejen la experiencia única de la enseñanza en línea. Algunas de las actividades que han realizado orientadas a este esfuerzo son: renovar las rúbricas de evaluación tradicionales y aplicarlas a contextos en línea; dedicar un tiempo considerable a la revisión de marcos de referencia y herramientas que puedan utilizar, sin embargo, se sintieron frustrados por la falta de modelos disponibles para medir la calidad de la instrucción en línea.

Las rúbricas para una enseñanza tradicional pueden excluir involuntariamente los estándares de enseñanza específicos de la pedagogía para la educación a distancia; como la distancia transaccional, que es el espacio psicológico creado cuando un alumno y un maestro están separados por tiempo y espacio. La distancia transaccional requiere que los educadores implementen ciertos comportamientos de enseñanza y aprendizaje para reducir los efectos que hagan sentir a los estudiantes desconectados. Las prácticas para reducir la distancia transaccional no aparecen en las rúbricas tradicionales, sin embargo, los educadores en línea regularmente consideran cómo estructurar el curso para aumentar el diálogo con los estudiantes y promover su autonomía. Sería provechoso que los educadores que imparten clase en línea participen en un enfoque de diseño de base cero para capturar algunas de estas características distintivas de la enseñanza en línea.

Acción 4: Aumentar la visibilidad en los espacios virtuales de aprendizaje

Los directores deben exhibir una presencia activa en línea como miembros de la comunidad de aprendizaje. Algunas formas sencillas para aumentar su visibilidad incluyen: involucrar a los estudiantes durante las sesiones de clases sincrónicas; albergar reuniones virtuales, organizar grupos de enfoque o asambleas sobre temas específicos para involucrar a varios grupos estudiantiles; y comunicarse de manera más formal a través de anuncios diarios en vivo. Estas técnicas podrían establecer la presencia virtual del director y la inversión en la comunidad de aprendizaje.

El crecimiento del aprendizaje virtual en EE. UU. ha superado la limitada investigación sobre prácticas efectivas orientadas al liderazgo virtual; es momento de ir más allá de las estrategias para el liderazgo tradicional y desarrollar nuevos recursos que aborden las necesidades únicas del director de la escuela virtual. La opción del aprendizaje remoto llegó para quedarse, los “directores virtuales” novatos pueden aumentar su efectividad con estos cuatro consejos compartidos por directores y líderes académicos de escuelas virtuales con mucha experiencia.

Acerca de la autora

La Dra. Sarah Pazur (spazur@charterschoolpartners.com) es la directora de Liderazgo Escolar de una red de academias de escuelas públicas en Michigan. Es cofundadora de FlexTech Education, una organización de desarrollo profesional que se especializa en el aprendizaje basado en proyectos y competencias. Es miembro del Consorcio de Competencias de Michigan y miembro del Foro de Liderazgo de Aprendizaje Más Profundo de Envision Learning Partners.

Referencias

Molnar, A., Miron, G., Elgeberi, N., Barbour, M.K., Huerta, L., Shafer, S.R., Rice, J.K. (2019).    Virtual schools in the U.S. 2019. Boulder, CO: National Education Policy Center. Retrieved from http://nepc.colorado.edu/publication/virtual-schools-annual-2019.

Moore, M. (1997). Theory of transactional distance. In D. Keegan (Ed.), Theoretical principle of distance education (pp. 22–38). New York: Routledge.

Moore, M., & Kearsley, G. (2005).  Distance education: A systems view of online learning. CA: Wadsworth Cengage Learning.

Pazur, S. (2019). Leading from a Distance: The Virtual School Principal as Instructional Leader (Doctoral dissertation) Oakland University, ProQuest Dissertations Publishing, 2019. 22582703.

Young S. & Bruce M. A. (2011). Classroom community and student engagement in online courses. MERLOT Journal of Online Learning and Teaching, 7(2), 219–230.

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0