Pedir a los estudiantes que hagan todo bien es el enfoque equivocado

Son cada vez más los docentes que están conscientes de que aceptar el fracaso puede ayudar a los estudiantes dentro y fuera del aula. Pero con la temporada de exámenes finales encima, la palabra «fracaso» parece no tener lugar en el aula.

Una lectura de 2 minutos



Son cada vez más los docentes que están conscientes de que aceptar el fracaso puede ayudar a los estudiantes dentro y fuera del aula. Pero con la temporada de exámenes finales encima, la palabra «fracaso» parece no tener lugar en el aula. Sin embargo, Ben Johnson de Edutopia, nos anima a hablar de este tema.

Si los docentes realmente creyeran en el poder del fracaso, ¿cómo se vería este en el aula? Johnson, defensor del aprendizaje dirigido por el estudiante, escribe que un aula basada en el fracaso fomentaría la prueba y el error. Y añade que el aprendizaje basado en la indagación (en inglés, inquiry-based learning) es uno de los enfoques que saca mayor provecho del fracaso al asegurarse de que haya múltiples oportunidades o «caminos» para que los estudiantes mejoren.

Un maestro que adopta el fracaso le enseñará a los estudiantes a aprender de sus errores mediante la aplicación de un proceso conocido como plan-do-study-act (planea-ejecuta-estudia-actúa). En este proceso, los estudiantes planean con anticipación y si durante el proceso encuentran un error, comienzan de nuevo con un plan diferente. A continuación, preguntan a otros lo que hicieron y buscan ejemplos de problemas o proyectos similares. Por último, actúan para completar la tarea o comenzar de nuevo con un enfoque diferente.

Cuando los maestros adoptan esta práctica, una corrección o retroalimentación negativa en un proyecto ya no significa una derrota para el estudiante. Por el contrario, dice Johnson, significará una oportunidad para volver al concepto y descubrir el error. Esta práctica, alentará a los estudiantes a participar en un proceso de aprendizaje iterativo.

Fuente: Edutopia

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0

3 comentarios en “Pedir a los estudiantes que hagan todo bien es el enfoque equivocado

  1. Failure is always taken as a negative aspect and in education, failure means not approving the course.

    By another name; The test-and-error method has proved its effectiveness as a tool for students to develop critical sense and analytical skills. If we think of students without classrooms, the method of trial and error becomes one of the best weapons to get students to the universities to learn and not just to wait for someone to teach them.

  2. Creo que aquí la palabra fracaso está mal empleada, porque si lo vemos desde este punto de vista, estamos fomentando a que en la vida real puedes equivocarte una y otra vez sin consecuencias cuando en realidad no es así, está permitido equivocarse pero hay un límite, si no funcionas, buscan tu reemplazo y no obtienes retroalimentación.

    Siento que es mejor dar una retroalimentación marcando las áreas de oportunidad, si es que se va a utilizar esta metodología, de lo contrario, es mejor que un alumno repruebe un parcial incluso una materia y así estará consciente que los errores cuestan.

    Qué piensan de esto?

  3. Al igual que que la llamada escuela informal, el trabajo en el "fracaso" también tiene una estructura de enseñanza-aprendizaje.
    Es decir el trabajo del "fracaso" en el aula, lleva a realizar un sin número de actividades y acciones para que el alumno resuelva y "salga" del fracaso que lo pueda envolver, no sólo en el salón sino en su vida diaria. Ya que el hecho utilizar la palabra "fracaso" (palabra con cierta carga negativa socialmente), el alumno se enfrenta no sólo a no haber podido resolver un problema de aprendizaje y/o evaluación; sino también se tiene que enfrentar a un mecanismo psicológico y social que también tendrá que resolver.

    Cuando el alumno siente el fracaso, la frustración envuelve al estudiante, misma frustación que envuelve a muchos adultos que no saben como resolver sus fracasos por no haber obtenido las herramientas cuando niños o jóvenes.

    La guía del docente para que los alumnos hagan pruebas y errores de sus actividades "controladas o no", llevan a un conocimiento más profundo y significativo para los estudiantes; ya que a diferencia del éxito (donde el alumno sabe como se hacen las cosas o saben cómo le gusta al docente que se hagan las cosas, llevan a los alumnos en muchas ocasiones a haber optenido una respuesta "bien" es decir sólo una opción de cómo se resuelve un problema).
    En el fracaso las opciones que el alumno aprenda son varias; en primera instancia aprendieron que la primera opción escogida fue errónea, en segundas y terceras opciones de repuestas erróneas de solución de un problema obtuvo más posibilidades de no volver a resolver un problema por ninguna de las tres formas anteriores.
    Si el fracaso no se le da como oportunidad de trabajo en el aula al alumno, entonces muchas inventos no existieran. Desde medicamentos hasta las misiones espaciales.

    No se trata de fomentar el fracaso sino de que el alumno aprenda: cómo salir de éste, cómo trabajar con sus sentimientos de frustración y de rechazo; que el alumno realice una reflexión que informe el porque considera que lo realizado fue incorrecto que fue considerado como fracaso (no sólo por los docentes, sino también por sus padres y sus compañeros); considerar que el fracaso no debe llevarte a ser un fracasado; entre otras competencias y habilidades que te daría la experiencia de fracasar en alguna actividad.

    "Cuando fracasas no me digas que hiciste sino que dejaste de hacer"

Comments are closed.