¿Por qué es crucial saber cómo detectar debilidad visual en los estudiantes?

Lo que comúnmente se considera como problemas de conducta o aprendizaje podría tener una solución tan simple como un par de lentes.

¿Por qué es crucial saber cómo detectar debilidad visual en los estudiantes?
La debilidad visual de un estudiante puede pasar desapercibida hasta la adolescencia. Foto: Bigstock.
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Cuando un niño no pone atención en clase, se distrae con facilidad y no sigue instrucciones, lo primero que pensamos es que tiene problemas de aprendizaje o comportamiento, que son las causas más comunes de esta conducta, sin embargo, no son las únicas. Podría tratarse también de complicaciones de la vista.

En México, 7.4 % de los niños entre 3 y 14 años necesitan anteojos y la cifra aumenta a medida que crecen. Para los jóvenes entre 15 y 27 años el porcentaje es de 17 % por lo tener un problema de índole visual puede afectar seriamente las posibilidades de aprendizaje del alumno.

La experiencia de un alumno con problemas de visión

Los problemas de un estudiante que no ve bien en el salón de clases no se limitan solamente a no poder leer del pizarrón, una debilidad visual también puede ser causa de dificultades para socializar.

Aprender lenguaje no verbal, como rasgos visuales, expresiones faciales y movimientos, son nociones tan básicas para el alumno como lo sería adquirir la habilidad de leer. Un niño con salud visual pobre puede perderse los detalles que constituyen las bases de la comunicación no verbal, especialmente la que viene del maestro, que usualmente está al frente de la clase.

Cuando eso pasa, es común que el alumno pregunte a un compañero para obtener la información perdida o para distraerse de la frustración al no poder poner toda su atención en la clase. Esto también puede afectar su nivel de participación, si lo hace sentirse nervioso de no haber registrado información importante antes de participar.

Hasta cierto punto es común que los niños se tropiecen, tumben cosas o simplemente se les caigan en lo que terminan de afinar sus funciones motoras, sin embargo, si esto es una conducta consistente puede perjudicar el sentido de confianza del niño y retrasar su aprendizaje psicomotor. Como maestro, es importante estar atento y detectar si un alumno tiene problemas para navegar dentro del aula y manejar objetos, ya que esto puede ser un indicador de problemas visuales.

Otro indicador importante de debilidad visual es si los niños no responden bien a las instrucciones, si constantemente hacen comentarios como “no sabía que había que hacer eso”, “no entendí”, “no lo vi”, al momento de fallar una instrucción puede ser que su motivación no sea la rebeldía, sino una discapacidad visual.

Señales más obvias pueden ser que el alumno sujetar libros o papeles muy cerca de su cara, para poder leer, o pedir constantemente permiso para ir a la enfermería por dolores de cabeza. La importancia de identificar una discapacidad visual a tiempo radica en el efecto que puede tener en el rendimiento académico del alumno a largo plazo.

Entre más tiempo pase sin atenderse, más sufrirá su rendimiento académico y aumentarán aspectos como la falta de atención, la mala conducta y fallas en su proceso de socialización.

Recomendaciones para maestros con alumnos que sufren de discapacidad visual

Cuando decimos que un alumno sufre de discapacidad visual, no quiere decir que esté ciego, en la mayoría de los casos, el niño solo necesita lentes, por lo que es importante identificar el problema sin sobre exponerlo. A continuación comparto algunas sugerencias para los maestros que hayan detectado en su clase alumnos con problemas visuales.

1. Los niños no quieren sentirse diferentes a sus compañeros, cualquier medida que se tome para apoyarlos debe ser discreta e inclusiva, no divisoria.

2. Invitarlos a que se sienten en las filas delanteras los ayuda a forzar menos la vista para leer el pizarrón o ver al maestro.

3. Tener a la mano literatura sobre el cuidado de la salud visual para compartir con los padres del alumno.

4. Abrir un canal de comunicación con los padres para explicar la posibilidad de que el niño tenga algún problema de debilidad visual, recomendar una visita al oftalmólogo y trabajar en conjunto con ellos para implementar estrategias que mejoren la situación de aprendizaje del niño.

5. Utilizar recursos inclusivos en clase, es importante entender que la vista no es el único sentido que habilita el aprendizaje, actividades que tomen en cuenta el sonido o el tacto pueden abrir caminos de conocimiento nuevo que beneficien a todos los estudiantes, inclusive a los que no presentan problemas visuales.

Es importante considerar que las medidas a tomar en el aula para integrar a un niño con problemas visuales deben habilitar su proceso de aprendizaje al mismo tiempo que forman su disciplina y le presentan el reto de aprender, justo como sucedería con todos los demás niños, su trato debe ser inclusivo, no preferencial.

Un alumno con problemas de salud visual tiene la misma capacidad de aprender que cualquier otro, solo necesita apoyos diferentes para acercarse a la experiencia educativa con las herramientas correctas, el trabajo de un buen maestro es saber cuándo y cómo proporcionarlas.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0