El diálogo como herramienta de aprendizaje: Redes de tutoría

Partiendo de la premisa de que al estar dotados de la facultad del habla, los humanos tienen la capacidad no solo de aprender sino también de enseñar, el modelo de tutoría desafía la estructura convencional educativa.

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La innovación de Redes de Tutoría consiste en un cambio fundamental en el sistema pedagógico: no es el maestro la única fuente de conocimiento en el aula pues cada uno de los alumnos tiene la capacidad de aprender y de enseñar a sus pares.

Foto: Redes de Tutoría

Cuando leemos sobre innovaciones educativas, normalmente nos encontramos con ejemplos de nuevas tecnologías aplicadas en el aula, escuelas que transforman por completo sus espacios de aprendizaje, metodologías que aplican los mecanismos del juego para incentivar el aprendizaje o la adopción de credenciales alternativas basadas en blockchain. Sin embargo, pocas veces se dan a conocer innovaciones educativas tan sencillas que no impliquen tecnología, inmobiliario o grandes presupuestos.

Hace poco recibí un correo con información sobre un proyecto llamado Redes de Tutoría. El nombre por sí solo llamó mi atención y decidí investigar. Me sorprendió saber que este proyecto nació hace más de veinte años en México; que en el 2017 fue seleccionada como una de las cien innovaciones educativas más importantes del mundo, distinción otorgada por la organización HundrED; y que hoy en día, su modelo ha sido adoptado en Chile, Singapur, Tailandia e Indonesia.

¿Cómo no lo había conocido antes? Avergonzada por conocer esta iniciativa hasta ahora, decidí contactar a las personas detrás de este proyecto. Fue así como tuve la oportunidad de conocer a Gabriel Cámara (Azcapotzalco, Ciudad de México, 1930) fundador de Redes de Tutoría, con quien tuve la oportunidad de charlar sobre esta iniciativa. 

A los 14 años, durante sus estudios de secundaria, Gabriel Cámara tuvo su primer acercamiento a lo que era aprender en una relación tutora cuando, al ver que su desempeño académico no era bueno, dos compañeros se ofrecieron a explicarle geometría. Esta experiencia positiva de aprendizaje lo llevó, a los 16 años, a decidir seguir la profesión docente. Al final de su formación jesuita, acudió a Harvard y obtuvo un doctorado en planificación educativa.

Al terminar sus estudios de posgrado, decidió enfocarse en un objetivo: transformar la cultura escolar tradicional en comunidades de aprendizaje, donde todos son a la vez maestros y aprendices. Fue así como nació ‘Convivencia Educativa’ que después se convirtió en ‘Redes de Tutoría’. Pero antes de hablarles de esta iniciativa, definamos el concepto de tutoría.

 

¿Qué es la tutoría?

La tutoría recupera la forma natural en que las personas aprendemos: a través de encuentros personales, cara a cara, donde ocurre un diálogo respetuoso y empático*. La parte central en una red de tutoría es el diálogo, que es el encuentro entre un tutor que, al conocer un tema, e toma el tiempo de apoyar a un alumno que está interesado en aprenderlo, “porque es en diálogo con otras personas –y con nosotros mismos— que se aprende”, señala Gabriel Cámara.

Partiendo de la premisa de que aprendemos mejor cuando podemos decidir lo que queremos aprender, el modelo de tutoría desafía la estructura convencional educativa donde el o la maestra intenta enseñar un contenido estándar a un grupo pasivo de estudiantes. De esta manera, cuando el estudiante descubre algo que le interesa aprender, no parece haber distracción que los desvíe de su objetivo.

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La relación tutora está en la naturaleza de todo ser humano, solo que a veces no somos capaces de identificarla y de llevarla a cabo. Pero una vez que te la muestran, no quieres dejarla porque te sientes bien, satisfecho en todos los aspectos
— Sandra, ex-alumna de Redes de Tutoría

La esencia de toda relación tutora, de acuerdo con Richard Elmore, profesor de la Universidad de Harvard y quien ha estudiado de cerca las relaciones tutoras, es dar el mayor control posible al alumno sobre lo que éste quiere estudiar. Es así como la tutoría lleva a razonar y descubrir, no a encontrar la respuesta que el maestro espera.

En la práctica, la tutoría se desarrolla a través de preguntas, no de respuestas. Pero no a través del método tradicional donde se esperan respuestas “correctas” sino preguntando justamente lo que cada aprendiz necesita, con el objetivo de profundizar la comprensión del tema tanto por parte del alumno como del mismo tutor.

Cuando este encuentro-diálogo ocurre entre una persona dispuesta a enseñar y otra con ganas de aprender, esta dinámica naturalmente se extenderá a otras personas con quienes interactúan creando así una red de aprendizaje. Esta es la premisa de Redes de Tutoría.

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Sin diálogo no habría manera de comprobar ni enriquecer el conocimiento, no habría manera de crecer interiormente
— Gabriel Cámara

¿Cómo nació Redes de Tutoría?

Las Redes de Tutoría comenzaron hace veinte años como un proyecto para apoyar a estudiantes de secundaria en comunidades rurales de México. Desde el inicio contaron con el apoyo del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) y llevaron el modelo a 472 centros de educación media en pequeñas comunidades rurales con 14,160 estudiantes. Actualmente, el modelo se ha extendido a 34 mil escuelas urbanas y rurales en México, además de extender su modelo a escuelas en Chile, Singapur, Tailandia e Indonesia. Trabajando en poblaciones indígenas y vulnerables.

¿Cómo funcionan las redes de tutoría?

Richard Elmore, describe la tutoría como extremadamente potente y, sin embargo, muy simple. La suposición es que, al estar dotados de la facultad del habla, «todos los humanos tienen la capacidad no solo de aprender sino también de enseñar. La condición básica es que se de a través del diálogo».

La propuesta de las redes de tutoría es cambiar por completo el rol del docente optando por una enseñanza que se lleva a cabo a través del diálogo. El objetivo final no es que el alumno cubra un plan de estudios determinado sino que adquiera comprensión lectora y confianza en sí mismo, de manera que pueda convertirse en un aprendiz de por vida. En las redes de tutoría, tutor y aprendiz deciden el contenido, el tiempo, el lugar y el ritmo de aprendizaje.

Además, se anima a todos los estudiantes a que enseñen lo que han dominado, de esta manera, la capacidad de enseñar se distribuye, lo que lleva a la construcción de redes de aprendizaje.


Imagen: Redes de Tutoría

Imagen: Redes de Tutoría

La innovación de Redes de Tutoría consiste en un cambio fundamental en el sistema pedagógico: no es el maestro la única fuente de conocimiento en el aula pues cada uno de los alumnos tiene la capacidad de aprender y de enseñar a sus pares. La educación, bajo este modelo, se convierte en una práctica democrática, donde todos tienen algo valioso que compartir.

 

El estudiante como tutor: una nueva forma de aprendizaje


Foto: Redes de Tutoría

Foto: Redes de Tutoría

Bajo este modelo, el tutor debe facilitar una relación horizontal entre él y el alumno, de modo que las ideas de cada uno se traten con seriedad e igualdad. De esta manera se crea un ambiente de respeto mutuo en el que el aprendizaje, académico y socioemocional, florece.

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Me encontré con algo que era un aprendizaje mutuo entre el tutor y el tutorado. Una cercanía… ninguno era superior al otro, era algo igualitario
— Javiera Curin, Tutora desde 2016

Al apoyar el proceso de aprendizaje de sus compañeros, un papel antes reservado exclusivamente al maestro, la tutoría empodera a los alumnos no solo para decidir qué es lo que quiere aprender sino también al otorgarles seguridad y confianza en sí mismos. Además, los estudiantes aprenden una nueva forma de interacción que se basa en el respeto y el apoyo mutuo.

Lo más fascinante de este modelo es que no requiere grandes inversiones en tecnología o inmobiliario. Elmore ha constatado que la tutoría es indiferente a los lugares. “He visto dar tutoría en lugares sumamente pobres, donde sólo hay un techo miserable, deficiente luz y los estudiantes trabajan fuera del salón sobre piso de tierra. He visto dar tutoría en escuelas que evidentemente hace poco han sido renovadas, pero que simplemente siguen siendo versiones nuevas, más limpias, del modelo tradicional. He visto dar tutoría en escuelas que cuentan con acceso a la red digital y en escuelas donde no hay computadoras”.

Por si fuera poco, los testimonios de alumnos y exalumnos que han participado en este modelo muestran que lo que han aprendido no solo los transforma personalmente sino que también impacta positivamente a sus familias y comunidades, demostrando el poder de la enseñanza y el aprendizaje de las relaciones tutoriales.

Para más información visita Redes de Tutoría.

 

* ¿Qué es la tutoría? http://start.redesdetutoria.com/latutoria/ 

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0