La duda como base del conocimiento

Preguntar, indagar, cuestionar e interpelar es gran parte del trabajo que hacemos todos los días en el Observatorio.

La duda como base del conocimiento
Mafalda en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, Argentina. Foto por Beatrice Murch. / Bajo licencia de Atribución 2.0 Genérica (CC BY 2.0).
Una lectura de 3 minutos

Preparando el boletín de esta semana, me di cuenta de que todos los artículos que compartimos en esta edición tienen una pregunta en el título. No me había percatado de ello hasta que los vi todos juntos, incluso pensé en editarlos para evitar que pareciera repetitivo a la vista del lector. Sin embargo, después de meditarlo me decidí a dejarlos tal cual se publicaron, pensé: ¿por qué cambiarlos? ¿Qué tiene de malo hacer preguntas?

Irónicamente, la visualización de tantas preguntas en los títulos de nuestros artículos me llevó a más preguntas, a cuestionarme si es correcto (en términos editoriales y de diseño) encabezar nuestras publicaciones con signos de interrogación o si es preferible buscar la variedad, al menos en términos visuales, porque la temática de los artículos sí es diversa. Pensando en estas cuestiones, recordé un artículo que leí hace unos días en el Diario.es sobre la filosofía de Mafalda, el personaje creado por Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino. El artículo de José Antonio Luna menciona que, para conmemorar el cincuenta aniversario de la llegada de Mafalda a España, la editorial Lumen publicará una serie de libros sobre la visión de Mafalda en torno a diferentes temáticas. En julio del año pasado se publicó el primero de la serie, «El amor según Mafalda» y ahora le toca el turno a la filosofía detrás de las viñetas donde la protagonista, una niña fanática del método socrático, pone en jaque a adultos y menores por igual con sus constantes preguntas y cuestionamientos.

Viñeta de Quino.
Viñeta de Quino.
Viñeta de Quino.
Viñeta de Quino.

«Mafalda por un lado es una humanista integral, que se preocupa por la formación del ser humano y se guía por el amor hacia los suyos; y por otro lado es una filósofa socrática, que se plantea la duda por sistema como base del conocimiento», explica a elDiario.es Lola Martínez de Albornoz, editora de Lumen y responsable de esta serie de libros. La duda como base del conocimiento, cuestionar el statu quo, no aceptar las “verdades” o los “hechos” como inamovibles o inevitables. La filosofía y temáticas de las viñetas de Mafalda son tan subversivas que durante el franquismo la obra de Quino era catalogada como humor “para adultos”. En realidad, los libros de Mafalda se pueden leer a cualquier edad ya que tienen muchos niveles de lectura, tanto así que si hoy escogemos al azar una de sus viñetas, nos sorprenderá lo actual de sus temas porque Mafalda tiene “una vigencia pasmosa. Al igual que ocurren con todos los clásicos, estos adquieren un nuevo significado según el contexto», dice Martínez de Albornoz.

Así que, siguiendo el espíritu de Quino y con Mafalda como mentora y ejemplo a seguir, en el Observatorio continuaremos cuestionándonos, seguiremos planteándonos preguntas (unas semanas más que otras), porque haciendo preguntas es como aprendemos algo nuevo todos los días. Y no nos avergüenza reconocer que no sabemos muchas cosas, por el contrario, estamos en constante aprendizaje y me gusta pensar que en este camino no estamos solas pues nos acompañas tú, lectora-lector, en este proceso inacabable en donde aprendemos unos de los otros.


Hasta la próxima semana.

Editora en jefe
Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0