Los efectos del calor extremo

En todo el mundo diversos países están viviendo olas de calor sin precedentes. ¿Cómo nos afectan estas temperaturas extremas?

Los efectos del calor extremo
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Escribo estas líneas mientras allá afuera hay un sol abrasador y mi teléfono me dice que hay una temperatura de 35ºC, una humedad del 41 % y un índice UV “extremo”. Puede que para muchas personas esta temperatura no suene tan alta, pero sí lo es para estas fechas. Este no es un fenómeno aislado de Monterrey, está pasando en todo el mundo y es preocupante.

Esta mañana leía que, en España, más de 30 provincias están en estado de alerta a causa de la ola de calor ya que las temperaturas de los últimos días han registrado hasta 15 grados por encima de lo que es habitual en estas fechas y seguirán siendo elevadas el resto del verano. Y desde hace unos meses he estado leyendo noticias alarmantes sobre la terrible ola de calor que está afectando a la India y Pakistán desde marzo de 2022, con picos registrados de 50°C, algo totalmente anormal para esas fechas. Marzo fue el más caluroso en India desde que comenzaron los registros hace 122 años y en Pakistán, se registró la temperatura más alta del mundo durante marzo, de acuerdo con datos de la iniciativa World Weather Attribution.

Si además de las altas temperaturas agregamos que muchos de estos países están registrando sequías importantes, la situación es sumamente preocupante. Un estudio publicado en 2017 ya advertía sobre este problema indicando que hasta un 75 por ciento de los habitantes del planeta podrían enfrentarse a olas de calor mortales para el 2100, a no ser que las emisiones de carbono disminuyan. Este es un problema que estamos normalizando cada vez más, como si fuera inevitable.

“Las olas de calor mortales son muy comunes. No sé por qué como sociedad no estamos más preocupados por los peligros”, afirma Camilo Mora, profesor de la Universidad de Hawái en Manoa y autor principal del estudio, para National Geographic. “La ola de calor europea de 2003 mató a aproximadamente 70.000 personas. Eso es más de 20 veces el número de personas que murieron en los ataques del 11 de septiembre”.

Más que escribir sobre cómo éste y otros fenómenos meteorológicos son consecuencia del cambio climático y por qué esto debe importarnos, me gustaría preguntarles: ¿Cómo lo sobrellevan?

Porque además de la ansiedad que provoca leer noticias como las anteriores, ¿cómo podemos trabajar-aprender-vivir en estas condiciones? El calor extremo es agotador y peligroso para nuestra salud. Y no se diga cuando, aunado a esa situación, hay sequía o cuando el acceso al agua no está garantizado para todas las personas. No todas las escuelas tienen aire acondicionado, ni siquiera ventiladores en las aulas. En países como México, la mayoría de las escuelas públicas no cuentan con las instalaciones adecuadas para dar servicio a tantos estudiantes y personal. Me gustaría conocer su experiencia, cómo lo han vivido desde sus aulas, casas y lugares de trabajo. ¿En tu ciudad están pasando también por una ola de calor? ¿Cómo lo llevan tus estudiantes? ¿Qué dicen al respecto, hablan de ello en clase? ¿Cómo lo llevas tú?

Hasta la próxima semana.

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

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