El método del caso y su media naranja

El simulador es una herramienta tecnológica que complementa al método de casos clásico y apoya el desarrollo del aprendizaje individual. La experiencia de juego a través del simulador permite al alumno conocer los posibles efectos de sus decisiones y el impacto generado.

El método del caso y su media naranja
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El simulador es una herramienta tecnológica que complementa al método de casos clásico y apoya el desarrollo del aprendizaje individual. La experiencia de juego a través del simulador permite al alumno conocer los posibles efectos de sus decisiones y el impacto generado.

Por Consuelo Adelaida García de la Torre
cogarcia@itesm.mx

En los cursos de postgrado una de las técnicas didácticas utilizadas frecuentemente es el método del caso. A través de él podemos hacer un análisis de forma grupal, tomar decisiones y proponer soluciones de manera conjunta en clase. Si bien es cierto que con el método de casos podemos cubrir una serie de aspectos del aprendizaje colaborativo, el estudiante no tiene una constatación de su aprendizaje de manera individual. En este sentido trabajamos en el desarrollo de un simulador como un recurso tecnológico para el aprendizaje que integra escenarios, situaciones, narrativas y elementos de diseño de juego. Esta herramienta simula un ambiente de trabajo empresarial virtual gamificado, en el que los estudiantes deberán elegir y tomar acciones las cuales generan impactos y consecuencias observables en los resultados de la simulación.

El simulador es una herramienta tecnológica que apoya el desarrollo del aprendizaje individual que no se logra a través del método de casos clásico. Permite al alumno tener un resultado inmediato de una evaluación sobre su aprendizaje, pero no con una calificación numérica, porque utilizamos un diseño basado en los principios de la gamificación con “insignias” que permite a los profesores diseñar y emitir distintivos digitales de acuerdo al resultado y consecuencias de las decisiones tomadas en el caso. Con esto también podemos ubicar al estudiante en su avance sobre el objetivo de aprendizaje que se desea lograr.

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“El simulador es una herramienta tecnológica que apoya el desarrollo del aprendizaje individual que no se logra a través del método de casos clásico.”

El uso de la casuística local, nacional y regional actualizada, expone al estudiante a situaciones complejas de la realidad. Así el estudiante debe seguir un proceso en su toma de decisiones, de tres o cuatro interacciones para llegar a un resultado. La disponibilidad de emplear un simulador como recurso tecnológico para la capacitación respecto a la actuación responsable de la empresa ante dilemas éticos, representa una experiencia interactiva que favorece una formación integral en los alumnos para desarrollar su potencial humano. Con esto buscamos contribuir a los objetivos del curso en materia de Ética, Gobernanza y Sustentabilidad Corporativa, que se plantea en la nueva currícula del MBA de la Egade Business School del Tecnológico de Monterrey.

El estudiante aplica en sus decisiones y en sus propuestas de solución el conocimiento que posee en tres dimensiones:

  1. Los cinco principios universales (vida, libertad, justicia, paz y amor) que se presenten según sea el caso.

  2. La ética en los negocios desde una perspectiva (personal, social y global).

  3. Los 17 objetivos de desarrollo del pacto global de la ONU que se agrupan en cinco “P” (personas, prosperidad, planeta, paz y partnership).

Lo anterior permite al alumno conocer los posibles efectos, producto de las decisiones tomadas en el mundo de los negocios, la responsabilidad asumida y los impactos generados. Con una experiencia de juego a través del simulador buscamos detonar el aprendizaje de un modo más efectivo y consciente que somete a los estudiantes a una competencia consigo mismos.

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“La experiencia de juego a través del simulador detona el aprendizaje y somete a los estudiantes a una competencia consigo mismo.”

Considerar el método del caso para complementarlo con una solución tecnológica, es un verdadero reto, pues este método tiene prestigio y buenos resultados en los aprendizajes de los estudiantes. Sin embargo, ¿podría ser el uso de una plataforma tecnológica como el simulador, la media naranja que potencie el aprendizaje de los estudiantes? Realizamos un piloto y actualmente estamos trabajando en el análisis y la interpretación de los resultados del impacto que tiene el uso del simulador en el aprendizaje con el fin de conocer lo que perciben los estudiantes con y sin la herramienta. Estos resultados los compartiremos contigo más adelante a través del Observatorio de Innovación Educativa.

Acerca del autor
Consuelo Adelaida García de la Torre tiene un Doctorado en Administración y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México (SNI1). También es profesora investigadora de tiempo completo en EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0