¿Cómo se relaciona el arte y la mitología con el cambio climático?

La Tierra es el único lugar que tenemos para habitar como humanidad. No se trata de migrar a otros planetas, sino de emigrar la forma-de-estar-en-el-mundo. Conoce la propuesta de una profesora en este artículo.

¿Cómo se relaciona el arte y la mitología con el cambio climático?
Prometeo y Atenea crean al primer hombre, Museo del Prado. http://commons.wikimedia.org/
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“La mitología griega nos habla de la creación del primer ser humano y de quien lo crea: Prometeo. Una figura mítica que nos pensó frágiles y vulnerables, pero también nos dio la posibilidad de sostenernos en el planeta”.

Pensar en un mundo sustentable, implica un cambio en la forma de relacionarnos con el mundo tal y como es. Si como humanidad continuamos en un proceso de industrialización rapaz, y seguimos en la lógica del consumo exacerbado y de estilos de vida desmesurados, sin consideración al entorno, tenemos pocas posibilidades de garantizar la continuidad de la especie humana en el planeta Tierra.

Es preciso activar la imaginación, y elaborar nuevas utopías: “lo que no es, pero que puede llegar a ser”. Imaginar nuevos escenarios es posible a través de las bellas artes. ¿Qué queremos?, ¿qué nos preocupa?, ¿hacia dónde vamos?, y ¿cómo vernos en el mundo de una nueva forma?

La función de la utopía en el cambio climático

Atendido a su raíz etimológica, el concepto de “utopía” deriva del griego topos que significa “lugar” y sus dos prefijos más cercanos eu, “lo mejor” y ou, “la negación”. Es decir, utopía es el mejor lugar que no existe, pero que “puede ser” (Bloch, 1986). La utopía nace de la insatisfacción de las condiciones actuales de vida, y constituye una propuesta abierta contra el statu quo. No es un mero descontento ante lo indeseable o lo que se cree no merecer, tampoco se reduce a ser voz pasiva. La utopía supera visiones egoístas de los propios intereses o ideales vacíos que se disfrazan en los discursos de los líderes. La utopía tiene la función demoledora de cambiar la realidad (Gálvez Mora, 2010). Ella precisa de un optimismo militante, no solo se trata de buenos deseos, sino de un trabajo concreto y decidido, que moviliza a la persona y a las instancias a trabajar por conseguirlo (Aguirre, 2007). Generar una posibilidad abierta a partir de la realidad para pensar en un mundo sustentable, es pensar el mejor lugar que aún no existe, pero que puede existir. Por ello se afirma que la utopía es la fundamentación objetiva de lo que está por venir (Krotz, 2011).

“La presencia humana-en-el-mundo nos parece infinita, pero es debido a la perspectiva antropocéntrica –el hombre como centro del universo– heredada de los últimos cinco siglos. Por ello, la urgencia de reinterpretarnos, por medio expresiones artísticas, de los mitos, de las posibilidades literarias de pensarnos de manera sostenible en el planeta, como parte de él, no fuera de él, no encima de él”.


Yayoi Kusama. http://commons.wikimedia.org/

Yayoi Kusama. http://commons.wikimedia.org/

El arte y la utopía

En el mismo tenor que la utopía, el arte anticipa lo que todavía no es, imaginar futuros posibles, contiene en su expresión una profunda manifestación humana. De ahí surge la pregunta: ¿desde el arte se están proyectando utopías? Artistas como Yayoi Kusama (Kusama, 2020) capturan nuestra imaginación. No solo por sus obras de colores brillantes, adornados con motivos punteados que se repiten de forma lúdica, sino por su forma de lograr situarnos en el infinito. Apreciar su instalación artística es vivir la experiencia mística de asomarse al infinito y desde ahí experimentar un acercamiento con el cosmos, gracias al juego de luces y espejos (CNN, 2000).


Yayoi Kusama. http://pixabay.com/

Yayoi Kusama. http://pixabay.com/

Se pudiera interpretar desde esta experiencia que el ser humano (el espectador) es capaz de pararse ante el infinito y observarlo. Se genera un diálogo abierto entre la obra y el espectador. Las imágenes son infinitas, y, en cierto sentido, la apreciación del hombre y la mujer también lo es. El infinito se aprecia como tal en la exposición, pero para percibir esta imagen infinita se requiere del ojo humano. La figura humana completa la obra. El arte no solo logra un efecto utópico, también puede ser un medio de denuncia, de sensibilización al cambio climático y sus efectos. Así como también de presentarnos una realidad idealizada de un planeta sustentable. Una vez que hemos argumentado cómo el arte se acerca a la utopía y se vincula con el cambio climático, la mitología ofrece también posibilidades de nuevas interpretaciones del ser humano y su vinculación con el cambio climático.

La mitología, el primer ser humano y el entorno

La mitología griega nos habla de la creación del primer ser humano, y de quien lo crea: Prometeo. Etimológicamente, el nombre del titán proviene de «Pro», antes y «Metheus», cuidado, cuidar antes de hacer… Prometeo trabajó cuidadosamente en crear a una criatura que fuera semejante a los dioses: el ser humano. Modeló con una mezcla de tierra y agua al humano, y se empeñó en que fuera superior al resto de las criaturas mortales. Sin embargo, le tomó demasiado tiempo crear su gran obra. Cuando finalmente logró crearlo, su hermano, Epimeteo, ya había usado todos los dones que Zeus había dispuesto. Epimeteo le da garras a las fieras, alas a las aves, aletas a los peces. Prometeo, realmente desesperado por el sufrimiento humano, por verlo pasar frío y hambre, y conmovido por su fragilidad, en contra de la voluntad de Zeus, decidió robar el fuego sagrado de los dioses. Sacó el fuego del Olimpo, oculto en una pequeña caña. Por eso se dice que Prometeo es quien libera a la humanidad en la oscuridad en la que se hallaba, ha traído el fuego que la libera del miedo y le lleva al progreso, el fuego es el conocimiento.

Ese es el sueño con el que fuimos creados, una figura mítica que nos pensó frágiles y vulnerables, pero también nos dio la posibilidad de sostenernos en el planeta.

Hoy en día nos cuestionamos ante la crisis del cambio climático, el calentamiento global, la contaminación en aire, agua, tierra, la pérdida de diversidad, ¿hacia dónde nos ha llevado este progreso?, ¿de qué nos ha valido la compasión y el sacrificio de Prometeo, el titán castigado eternamente, atado a una roca, donde cada día llegaría el águila a devorar su hígado? (Flahault, 2013).

El reclamo de Epimeteo a Prometeo, y el COVID-19

La destrucción de los ecosistemas, provocada por las distintas actividades humanas, ha favorecido que nuevos virus lleguen al ser humano. Este puede ser el caso del COVID-19 (Valladares, 2020). Este virus pudo estar en la naturaleza, y una afectación en la biodiversidad hizo que este virus llegara al humano. En otras palabras, cuando hay un adecuado equilibrio en la naturaleza, unas especies controlan a otras, en esa relación de depredador y presa. Así se regula la población en el reino animal, y con ello los posibles virus que portan. Si nosotros alteramos esa cadena, la sobrepoblación de una especie en particular puede afectar a otras y así llegar al humano y desencadenar una pandemia. Las pandemias, a diferencia de siglos anteriores, se verán cada vez más factibles de emerger tanto por el nivel de afectación al entorno natural, como por la globalización y la rapidez de movilidad humana, lo que hace sumamente difícil de controlar cualquier brote. La respuesta a los nuevos retos de salud que enfrentará la humanidad no solo está en la tecnología y la ciencia médica, sino en proteger a la naturaleza. En palabras de Valladares (2020), la naturaleza logra una protección integral, al cuidar la biodiversidad, se mantiene en equilibrio la carga vírica, y los riesgos de generar una zoonosis son limitados.

Como hemos afirmado en el párrafo previo, Epimeteo representa el creador de la naturaleza, en particular del reino animal. Prometeo es el creador del hombre, a él le posibilita el conocimiento y el progreso. Así el hombre se afanó en conquistar a la naturaleza, que para él es lo desconocido y amenazante, no se percató que él mismo era la naturaleza. La actual pandemia que experimenta la humanidad es un reclamo de Epimeteo a Prometeo, haciendo ante el desastre ambiental su potencial afectación.

En otras palabras, no es únicamente el fuego de los dioses lo que protegerá al ser humano de futuras pandemias. La protección más importante, haciendo referencia a la mitología griega, es que la criatura de Prometeo (el hombre) proteja o no afecte a lo creado por Epimeteo. Es imperativo enseñar a las nuevas generaciones el deber de proteger al entorno natural, de mantener su equilibrio y no alterarlo, solo así podremos buscar asegurar la continuidad de la especie humana.

Ejercicio didáctico

A continuación, comparto un ejercicio que puede ser útil para reflexionar sobre el cambio climático por medio de expresiones artísticas que buscan concientizarnos de ello.

Ejercicio: Arte y Cambio Climático

  1. Vista esta página: http://www.lamonomagazine.com/5-artistas-del-arte-por-la-concienciacion-del-medio-ambiente__trashed/

  2. Observa cada fotografía y lee la explicación de cada una de ellas.

  3. Elige cuál de ellas te transmite un mensaje más fuerte para tomar conciencia del medioambiente.

  4. Busca más información relacionada con el problema que refleja la fotografía.

  5. Busca más información sobre el autor de la fotografía.

  6. Explica, ¿por qué elegiste esa fotografía en particular?, ¿qué mensaje expresa?

Emigrar la forma-de-estar-en-el-mundo

Pensadores como John Gray (2002) nos da una advertencia contundente en esta frase: “La Tierra olvidará al hombre, y el juego continuará”. En otras palabras, el ser humano no es necesario para que el planeta siga su curso, y lo único que va a acontecer ante su posible desaparición, por causa del cambio climático, es que otra especie gobierne sobre la Tierra. La presencia humana-en-el-mundo nos parece infinita, pero esto es debido a la perspectiva antropocéntrica –el hombre como centro del universo– heredada de los últimos cinco siglos. Por ello, la urgencia de reinterpretarnos, por medio de estas expresiones artísticas, de los mitos, de las posibilidades literarias de pensarnos de manera sostenible en el planeta, como parte de él, no fuera de él, no encima de él.

El daño al planeta ya está hecho, lo único que nos queda es la capacidad de imaginar un nuevo mundo. Hasta hoy, la Tierra es el único lugar que tenemos para habitar como humanidad. No se trata de migrar a otros planetas, sino de emigrar la forma-de-estar-en-el-mundo. Una nueva forma de pensar que dé cabida a un mundo viable para el ser humano y la diversidad de las especies. Se trata de imaginar que en el futuro el planeta siga girando en el juego de la vida, y que la especie humana se mantenga en él. Es imaginar, a pesar de todo, que la humanidad no será olvidada por la Tierra y que la posibilidad de que se mantenga el ser humano en relación con ella pueda verse, si no infinita, sí sostenible.

Los profesores y profesoras estamos convocados a tratar estos temas con los alumnos, sin importar el nivel educativo, necesitamos repensarnos de otra manera y reflexionar hacia dónde debemos dirigirnos.

Acerca de la autora

Florina Guadalupe Arredondo Trapero (farredon@tec.mx) es Profesora investigadora en el Departamento de Estudios Humanísticos del Tecnológico de Monterrey (SNI Nivel 1), Campus Monterrey. También es coordinadora de ética del Doctorado en Estudios Humanísticos del Tecnológico de Monterrey.

Referencias

Aguirre, J. M. (2007). Razón y Esperanza. Pensar con Ernst Bloch. Hermenéutica intercultural: revista de filosofía, (16), 19-39.

Bloch, E. (1986). The Principle of Hope. Basil Blackwell: Oxford.

CNN (2020). Kusama’s Infinity Mirror Rooms. http://edition.cnn.com/style/article/yayoi-kusama-artist/index.html

Flahault, F. (2013). El crepúsculo de Prometeo. Barcelona: Galaxia Gutenberg, Barcelona.

Gálvez Mora, I. M. J. (2010). Reflexiones en torno a la función utópica en Ernst Bloch y su actualidad (Tesis doctoral). Universidad Autónoma de México, México.

Gray, J. (2002). Straw Dogs: Thoughts on Humans and Other Animals. Editorial Granta Publications, Londres.

Krotz, E. (2011). Introducción a Ernst Bloch (a 125 años de su nacimiento). En-claves del pensamiento, 5(10).

Kusama, Y. (2020). Biografía http://yayoi-kusama.jp/e/biography/index.html

Valladares, F. (2020). La vacuna del coronavirus ya la teníamos, y nos la hemos cargado.

Soto, J. (2020). «La vacuna del coronavirus ya la teníamos, y nos la hemos cargado». El confidencial. http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2020-04-28/entrevista-fernando-valladares-coronavirus-vacuna_2569143/

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