El ‘Instagram challenge’ para profesores

Utilizar las redes sociales en el aula favorece al desarrollo de procesos cognitivos de alto nivel, capacidad crítica, de análisis y de toma de decisiones en los estudiantes. En este artículo te compartimos una guía para incursionar en el uso de Instagram en el aula como herramienta de apoyo para el aprendizaje.

El ‘Instagram challenge’ para profesores
exc-5ce225162a36f40001b01597
Una lectura de 4 minutos

Cuando el docente promueve y supervisa el uso de las redes sociales en el aula, enseña a los alumnos a crear y a cuidar su propia identidad digital.

¿Has integrado las redes sociales en tu proceso de enseñanza-aprendizaje? Actualmente Instagram es una de las redes sociales más populares en el mundo. Con 1000 millones de usuarios activos, ocupa la posición número seis entre las redes sociales más utilizadas, solo por abajo de Facebook, Youtube, Whatsapp, FB Messenger y Wechat, de acuerdo al reporte Global Digital 2019. Si consideramos que la población mundial actual, según datos de la oficina del censo poblacional en EE.UU. (en tiempo real), es aproximadamente de 7568 millones de personas, quiere decir que alrededor de 1/7 de la población mundial está conectada en Instagram.

¿Por qué Instagram y no otras redes sociales?

Instagram y Snapchat se han convertido en las redes sociales más utilizadas por jóvenes entre 18 y 30 años de edad. Aún y cuando Facebook sigue siendo la red social por excelencia, es importante analizar el tipo de usuario que la prefiere por encima de otras aplicaciones. Quizá, una razón es que los adolescentes se sienten más cómodos utilizando una red social diferente a la que utilizan sus padres o que concentra a personas de mayor edad. De ahí la oportunidad que tenemos como docentes de conectar con nuestros alumnos en un medio en el que se sientan cómodos.

Redes sociales en educación

Utilizar las redes sociales en el aula genera una dinámica en la que los alumnos participan más activamente, favoreciendo el desarrollo de sus competencias tecnológicas y la búsqueda de información para verificar datos que se acaban de compartir o para conocer más a fondo un tema. Esta búsqueda de información, bien orientada, fomenta el desarrollo de procesos cognitivos de alto nivel. Con nuestra ayuda, el alumno será capaz de analizar la información que llega a sus manos y decidir si es de mala o buena calidad, con ello desarrollará su capacidad crítica, de análisis y de toma de decisiones.

En Instagram podemos subir fotos e interactuar con los alumnos a través de pequeñas encuestas, compartir historias, dar retroalimentación instantánea para conectar con ellos a través de un simple like o enviando emoticons. Cuando el profesor supervisa el uso de las redes sociales en el aula, enseña a los alumnos a crear y cuidar su propia identidad digital. Las redes son un medio de comunicación, entretenimiento y de negocios; pero en todo momento es importante mantener la privacidad y hacer buen uso de su identidad digital con el fin de evitar situaciones que puedan poner en riesgo su integridad física y moral.

Además, el uso de redes sociales dentro del salón de clases nos permite a los profesores poner en práctica el flipped classroom o Aprendizaje Invertido, donde los alumnos tienen un papel fundamental en la búsqueda previa de información que posteriormente es complementada por nosotros.

 ¿Cómo iniciar?

El primer paso es abrir nuestra cuenta en Instagram, asegurándonos que ésta sea una cuenta profesional y que nuestro perfil así lo refleje. No queremos compartir toda nuestra vida privada con los alumnos; pero quizá un poco de vez en cuando, para que se den cuenta que somos personas “normales” que tenemos días buenos y malos y sabemos divertirnos también. Podemos usar Instagram con fotos divertidas o chuscas e incluso memes que logren hacer la conexión con la materia que impartimos y el conocimiento que deseamos transmitir.

Si ya tenemos una cuenta profesional de Instagram, el siguiente paso será involucrar a nuestros alumnos. ¿Cómo lograrlo? Primero con actividades sencillas de enganche como pequeñas encuestas; dejarlos que respondan y sientan que tienen una participación, es decir, darles voz fuera del aula también. Con las nuevas funciones de Instagram podremos realizar pequeñas encuestas o votaciones, utilizar geolocalización, mencionar personas e incluso utilizar un hashtag que nos identifique como grupo; asegurándonos así de crear cierto sentido de pertenencia.

Más adelante podremos pedir a los alumnos que nos compartan una fotografía que refleje el contenido de un tema y que escriban al respecto. Será importante manejar un “core hashtag” que es simplemente poner nuestro dominio en la red; se recomienda que ese hashtag sea lo más específico o largo posible, para que solamente sea utilizado por el público correcto. Un ejemplo es #alumnostecmtycampussinaloacalculoIem2019gpo1. Es muy largo, pero sólo con este grado de especificación lograremos tener a los usuarios correctos y no tantos “colados”. Iniciar siempre es lo más difícil, pasada esta etapa podrás consultar otras ideas de actividades que puedes realizar en tu clase con Instagram.

Finalmente debes “seguir” cuentas o hashtags que estén relacionados a tu perfil. Te comparto una lista de los influencers en Educación en Instagram que puedes seguir. También debes buscar trending topics relacionados con la educación o que en su # utilicen palabras como: matemáticas, math, lovemath, physics, experimentos, juegos educativos, etc., estos son las que yo buscaría porque soy profesora de matemáticas, pero es de acuerdo a la materia que impartes.

Los beneficios de formar parte de esta red social son muchos, tanto así que recientemente se instaló una nueva función que nos permitirá comprar artículos o servicios dentro de la misma aplicación. Así que Instagram será algo así como nuestro nuevo Amazon. Si la popularidad de la red crece día con día, ¿por qué no aprovechar este ímpetu para darle a la educación el empuje que necesita?

Acerca de la autora

Argentina Garza Gastélum (argentina.garza@tec.mx) es Ingeniera Industrial y de Sistemas con una Maestría en Estudios Humanísticos con especialidad en Ética. También es profesora del Tecnológico de Monterrey Campus Sinaloa en el área de Ciencias y Matemáticas.

 

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0