Ser mentor en investigación es fundamental en el quehacer científico

Conoce las barreras que tienen los estudiantes para realizar investigación científica en México, así como algunas estrategias que pueden llevar a cabo las universidades para involucrar a los estudiantes en la investigación.

Ser mentor en investigación es fundamental en el quehacer científico
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Una lectura de 8 minutos

“La influencia del mentor es clave para el éxito de los proyectos de investigación académicos”.

Un mentor o mentora es una figura importante que contribuye en la formación académica y en la madurez intelectual de los estudiantes. Es una persona que guía a los alumnos y alumnas en todo su proceso de aprendizaje. En México, uno de los retos más grandes que enfrentamos para llegar a ser el país que queremos, es el quehacer científico. ¿Cómo podemos generar soluciones innovadoras que integren metodologías de investigación, herramientas y tecnologías de forma sustentable en beneficio del entorno? Es ahí donde la investigación cobra especial relevancia ya que es una parte fundamental en el aprendizaje de los estudiantes y en el desarrollo de nuestra sociedad.

Las universidades tienen el compromiso de orientar el aprendizaje hacia problemas aún no resueltos, en los que los estudiantes puedan transformar sus entornos. Iniciar este proceso de cambio, requiere adentrarse a nuevos campos de conocimiento, realizar experimentación y otras actividades propias de la investigación. El mentoreo es clave para el éxito de los proyectos de investigación académicos, ya que permite al estudiante desarrollar habilidades a través de una práctica con propósito. Esto acorta la curva de aprendizaje y abre nuevas posibilidades para el progreso de la humanidad en todas las áreas como economía, salud, social, cultural, empresarial, etc. En la actualidad, la incertidumbre del mundo posmoderno ha crecido, por ello, es importante involucrar a los estudiantes a realizar investigación de forma más efectiva con el fin de prepararlos como futuros profesionistas químicos, médicos o ingenieros que sean líderes en su campo, y en su comunidad.

“Un mentor o mentora, es una persona que genera en los estudiantes un sentimiento de seguridad para seguir adelante con su investigación y promueve una curva de aprendizaje más corta en todos los procesos involucrados”.

El rol del mentor en la investigación científica

Ser mentor de una investigación científica es una labor que implica llevar a cabo distintos roles educativos, como son: la colaboración, la coordinación, la supervisión y la orientación de los estudiantes en todas las actividades de su investigación. Los aprendices que reciben mentoría tienen mejores niveles de autogestión, desarrollan habilidades de manera más rápida, se muestran más motivados y aprenden diferentes metodologías para investigar (Huergo-Revuelta, 2017). Asimismo, el mentor es una persona que genera en los estudiantes un sentimiento de seguridad para seguir adelante con su investigación y promueve una curva de aprendizaje más corta en todos los procesos involucrados. También inspira y despierta el interés de los estudiantes por las actividades relacionadas con la investigación, el emprendimiento y contribuir a la comunidad.

En general, los estudiantes demuestran una actitud de apertura y curiosidad, incluso una actitud moderadamente positiva hacia la investigación (El Achi et al, 2020). En un estudio similar con universitarios de distintos programas, un 90 % de los encuestados considera que la formación de investigación contribuirá en su vida profesional (Carrasco, Toledo y Hensen, 2018). En otro estudio con estudiantes de enfermería se encontró que el 58 % tenían actitudes medianamente favorables hacia la investigación (Chara-Saavedra y Olortegui-Luna, 2018).

Los beneficios de participar en investigación son numerosos, se ha asociado por ejemplo en el desarrollo de habilidades cognitivas superiores como el pensamiento crítico y la solución de problemas (Barrios y Ulises, 2020). Las cuales son trasladables a otros contextos de ejercicio profesional, por ejemplo, el emprendimiento para el desarrollo de nuevos productos o la mejora de la atención clínica en el caso de los profesionales de la salud. Además, las personas que participan en proyectos de investigación integran como fortalezas la innovación, la creatividad y la tolerancia a la frustración en su vida profesional.

Barreras de los estudiantes para realizar una investigación científica

En nuestra experiencia como docentes hemos percibido las siguientes barreras a las que se enfrentan los estudiantes para hacer investigación: 1) la falta de entrenamiento previo que los ayude a llevar a cabo un estudio, 2) las pocas oportunidades que tienen para ser parte de un equipo de investigación formal, y 3) la falta de supervisión o mentoreo. A continuación, se explican con más detalle cada una.

  1. Falta de entrenamiento previo para llevar a cabo un estudio científico

    Tener altas expectativas sin una visión global de lo que conlleva el trabajo de investigación es un camino directo a la frustración. Un proyecto de investigación comprende el diseño de la investigación y la selección de una metodología, el trabajo de campo, la recolección de los datos, el análisis de datos, la interpretación de los hallazgos, y la difusión de los resultados ya sea mediante la escritura de un artículo científico o la presentación en distintos foros. El entrenamiento previo a la aplicación del método científico es fundamental, también lo es considerar todas las etapas que comprende un trabajo de investigación, los tiempos en que se desarrollará cada etapa y los imprevistos que pueden surgir en cada una de ellas. Con la guía de un investigador más experimentado estas actividades se pueden hacer de forma eficiente anticipando las eventualidades que pueden surgir.

  2. Pocas oportunidades para ser parte de un equipo de investigación

    Existe una diferencia abismal entre capacitarse en el aula de manera teórica sobre las metodologías y procesos de investigación, y vivir la experiencia de realizar las actividades en un laboratorio de investigación. Por ejemplo, preparar soluciones o cultivos celulares en un medio específico, tener una bitácora o preparar reportes para gestión de fondos, y discutir sobre los hallazgos con el equipo de investigación. Para ello, se requiere generar espacios adecuados en los que estudiantes participen en proyectos de una comunidad de práctica que le da la bienvenida a un entorno profesional, y que comparte sus aprendizajes y buenas prácticas.

  3. La falta de supervisión o mentoreo

    Profundizar en una tarea nueva, sin claridad sobre cómo debe llevarse a cabo, implica gran riesgo (El Achi et al, 2020). A un nivel muy pragmático el riesgo se relaciona con la eficiencia o efectividad del experimento, pero aún más importante se trata de la confianza del investigador con la que emprende, con la motivación que lo impulsa a seguir adelante y su satisfacción asociada a la labor de la investigación que realiza. Contar con la guía y consejos de otros investigadores se convierte en un andamiaje en el que poco a poco el aprendiz adquiere independencia y experiencia, y en la medida que lo logra gana también responsabilidad y autonomía.

Participar en el proceso formativo de estudiantes es parte del quehacer académico de cualquier investigador. Sin embargo, no todos los docentes asumen esta tarea de forma voluntaria o consciente por muchas razones, quizá para algunos investigadores suponga una carga extra de trabajo para mantener su producción científica, para otros quizá se deba por la falta de estímulos y oportunidades laborales para el investigador que hace docencia, de tal forma que se vean obligados a tomar responsabilidades adicionales en la industria o consultorías para fondear sus propias investigaciones, lo que termina reduciendo el tiempo que tienen disponible para terminar un artículo o completar un reporte de proyecto.

Relaciones virtuosas de mentoreo

Un verdadero mentor en investigación transfiere los saberes para desarrollar habilidades desde el punto de vista técnico y también desde el componente ético que requiere esta labor. En una relación virtuosa de mentoreo, los mentores se convierten en catalizadores de estudiantes altamente capaces, ayudándoles a sortear limitaciones históricas, de expectativas o suposiciones (AACP, 2021).

A lo largo de la historia podemos encontrar grandes ejemplos de mentores en investigación que jugaron un papel fundamental en los avances de la humanidad. Analicemos por ejemplo la dupla Banting-Best, a quienes se les atribuye el descubrimiento de la insulina para tratar a personas con diabetes. Aún como estudiante de pregrado, Charles Best realizó una pasantía de verano en un proyecto de investigación teniendo como mentor a Frederick Banting. En esa temporada lograron notables avances con modelos animales y posteriormente extendieron su experimento para integrar los primeros pacientes humanos. Este logro llevó a los descubridores a ganar el Premio Nobel de Medicina, reconocimiento a una contribución excepcional a las aportaciones de personas a las ciencias (Kolata y Specia, 2019). La carrera de Best continuó un camino en las ciencias, llegó a ser director del departamento de investigación en la Universidad de Toronto y colaboró con la Organización Mundial de la Salud (OMS) como asesor del comité de investigación médica.

La influencia del mentor en los estudiantes es un factor clave para que los nuevos profesionales integren todas las teorías, prácticas e implementaciones en el avance de las ciencias. Para lograrlo, tenemos que ir más allá de enseñar solo metodologías de investigación e integrarlo de forma más estructurada en el currículo. Las universidades pueden realizar las siguientes estrategias para involucrar a los estudiantes en la investigación:

  • Propiciar que la formación de investigadores sea más integral y forme personas que vean el valor de la investigación en el desarrollo social de sus propias comunidades.

  • Desarrollar programas dirigidos hacia la formación de mentores en investigación.

  • Identificar de forma temprana las barreras que existen para que los alumnos participen en investigaciones dentro de la institución.

  • Promover la diseminación del conocimiento entre estudiantes a través de eventos científicos como seminarios, encuentros y congresos.

  • Facilitar el interés de forma temprana para que las y los estudiantes contemplen la investigación como una alternativa viable al elegir su área de ejercicio profesional.

Sin importar la estrategia específica que las universidades elijan, en el fondo tiene que haber una declaración fundamental donde formar a la siguiente generación de investigadores sea una prioridad. Es así como los estudiantes y mentores comprometidos tienen los recursos y apoyos necesarios para el quehacer científico.

Reflexión

Para los estudiantes, profundizar en un problema y explorar los límites de “lo conocido” proporciona el entorno propicio para convertirse en científicos. Convertirse en investigador, y en particular uno que participa como mentor, te da entradas de primera fila para ver cómo otra persona encuentra un área que le apasiona, y utiliza todos su saberes y competencias para retar lo establecido. Te permite observar cómo dejan de ser novatos en un campo, hasta convertirse en aquellos que generan conocimiento para resolver las grandes interrogantes de la humanidad, y trascender alcanzando su propósito de vida.

El llamado que compartimos como académicos a través de este artículo es: ser el mentor que nuestros estudiantes necesitan, a pesar de que esta figura haya estado ausente en la formación de muchos de nosotros. Debemos asumir este papel que es fundamental, con la esperanza de que pueda volverse un fenómeno replicativo y virtuoso. Ser mentor podría trascender en que otros estudiantes en un futuro no tan lejano se conviertan en un mentor que ayude a otros estudiantes. Si lo asumimos con la reverencia y consciencia que demanda, estos profesionales transmitirán a los futuros estudiantes la misma seguridad y motivación por la investigación que ellos experimentaron.

Acerca de los autores

Mildred López (mildredlopez@tec.mx) es directora de Innovación e Investigación Educativa de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Tiene un doctorado en Innovación Educativa y es Investigadora Nivel I en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Autora de 3 libros, más de 40 artículos y 11 capítulos de libro sobre innovación educativa en salud.

Gabriela González (dra.gabrielaglzl@gmail.com) pasante de la carrera de odontología, actualmente participa en el área de investigación dentro del Tec de Monterrey. Interesada en el área de rehabilitación oral y en convertirse en una profesional comprometida con la odontología integral.

Jorge E. Valdez-Garcia (jorge.valdez@tec.mx) es Decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMCS), con 25 años de experiencia docente en profesional y posgrado. Investigador (SNI 1) en ciencias de la salud. Autor de 3 libros,10 capítulos y más de 80 artículos de investigación. Académico Titular de la Academia Mexicana de Cirugía. Miembro fundador de la Academia Nacional de Educación Médica.

Referencias

American Association of Colleges of Pharmacy [AACP]. (2021). Research Mentor Role Description. http://www.aacp.org/article/research-mentor-role-description

Barrios, E., & Ulises, D. (2020). Diseño y validación del cuestionario Actitud hacia la investigación en estudiantes universitarios. Revista Innova Educación, 2(2), 280-302.

Carrasco, R. J. O., Toledo, R. D. V., y Hansen, O. S. (2018). Percepción y actitudes hacia la investigación científica. Academo, 5(2), 101-109.

Chara-Saavedra, P., & Olortegui-Luna, A. (2018). Factores asociados a la actitud hacia la investigación en estudiantes universitarios de enfermería. CASUS: Revista de Investigación y Casos en Salud, 3(2), 83-88.

El Achi, D., Al Hakim, L., Makki, M., Mokaddem, M., Abi Khalil, P., Kaafarani, B. R., & Tamim, H. (2020). Perception, attitude, practice, and barriers towards medical research among undergraduate students. BMC medical education, 20(1), 1-11.

Guston, D. H. (1993). Mentorship and the research training experience. Responsible Science, 2, 50-65.

Huergo-Revuelta, F. A. (2017). Diseño e implantación de un sistema de mentoreo desde el marco del desarrollo humano en una organización con fines de lucro.

Kolata, G., Specia, M. (2019, October 11). Nobel Prize in Medicine Awarded for Research on How Cells Manage Oxygen. The New York Times. http://www.nytimes.com/2019/10/07/health/nobel-prize-medicine.html

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0