Cómo la educación impulsa la creatividad para solucionar problemas

La Guía de Buenas Prácticas Educativas de Ashoka para líderes en educación difunde metodologías basadas en empatía y agencia de cambio para implementar en el aula. Las organizaciones que comparten sus herramientas promueven habilidades que impulsan a niños, niñas y jóvenes a ser y actuar como agentes de cambio. Conoce cómo lo logran.

Cómo la educación impulsa la creatividad para solucionar problemas
Foto: Ashoka – Portal: http://bit.ly/BuenasPracticasEducativas
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Con el propósito de compartir herramientas educativas que han sido exitosamente probadas y son replicables, la organización internacional reconocida por impulsar el emprendimiento social y la agencia de cambio, Ashoka, creó su Guía de Buenas Prácticas Educativas. En alianza con la Fundación MetLife, la intención consiste en brindar acceso a actividades que, partiendo desde la empatía y la agencia de cambio, desarrollan habilidades e ideas innovadoras y propician una educación transformadora.

Esta guía está compuesta por ocho modelos educativos inspiradores, de los cuales se derivan hasta 50 dinámicas y metodologías que incorporan nuevas formas de enseñanza que estimulan competencias transformadoras. Estas habilidades son: empatía, trabajo colaborativo, liderazgo compartido y creatividad para solucionar problemas. Se espera que a partir de la educación formal y no formal, y por medio de la implementación de herramientas que equipan a docentes y estudiantes desde sus contextos, se incentive un impacto positivo en la comunidad. 

Dentro de esos modelos educativos inspiradores se encuentran Formar para Transformar (FPT) y Haz la Lucha. Desde sus innovaciones, generan en las y los jóvenes un pensamiento crítico para ser conscientes de su entorno y les enseñan a acompañar a la otra persona en diferentes desafíos a fin de contrarrestar problemáticas sociales. De este modo se fomenta la creatividad que permite practicar el cambio para solucionar dilemas con estrategias novedosas y un impacto más eficiente y sostenible por el bienestar común.

Formar para Transformar, un acompañamiento humano

El programa Formar para Transformar (FPT) ofrece un acompañamiento permanente a estudiantes con vocación de servicio. Su operación tiene más de 10 años trabajando por la formación integral de estudiantes pertenecientes a la Universidad de Monterrey (UDEM). Hasta ahora, han logrado apoyar a 22,360 personas con ayuda de 1,462 voluntades y 49 estudiantes (29 actuales y 20 egresados).

Su propósito nace a raíz de la visión de que para que una persona logre hacer un cambio tiene que estar bien consigo misma. Esta orientación conduce a un proceso social que, no sólo es un proyecto con vigencia, sino que se convierte en una travesía que inicia con el programa y los egresados llevan consigo en sus planes a futuro.

Formar para Transformar identifica jóvenes que están en bachillerato, casi por egresar, que decidieron implementar un proyecto en favor de su comunidad. Los estudiantes observan contextos difíciles en su entorno y comienzan a ser agentes de cambio. A través de diferentes organizaciones y alianzas con preparatorias se detectan a los potenciales estudiantes, a fin de que realicen sus estudios universitarios en la UDEM y formen parte del programa durante sus cinco años formativos.

El acompañamiento integral que distingue a FPT se enfoca en la dimensión humana de los estudiantes. Entienden que para llevar a cabo un proceso social deben considerar que son personas y seres emocionales. El programa se centra en el estudiante y le apoya con habilidades para resolver sus problemáticas personales y equilibrar la parte de salud mental y académica. Explican que no es posible acompañar a otras personas en situación de vulnerabilidad y en circunstancias complejas si el agente de cambio tiene condiciones específicas en casa, por ejemplo. 

El plan formativo del programa cuenta con distintos ejes que involucran la esencia de la persona. En sesiones semanales se tratan temas de aceptación, búsqueda de la extensión de su propia persona, autoestima, relaciones interpersonales, plan de vida, entre otros. Con la finalidad de obtener la aceptación incondicional, es decir, aceptarte tal cual eres y ser congruentes. 

Uno de sus objetivos es promover el pensamiento crítico como un método de resolución de problemas. Cada vez más las empresas e instituciones educativas ponen especial atención al fomento de habilidades blandas para desempeñar diferentes roles en la sociedad. 

En Formar para Transformar, se utiliza bibliografía que fortalece el pensamiento crítico, debido a que el cerebo tiene funcionalidades específicas que sólo la lectura puede activar. Los estudiantes de menos de 25 años lidiarán con cuestiones que tienen más de 70 años de existencia. También se apoyan en periódicos, canciones y contenido en servicios de streaming que retratan las necesidades más sentidas de la población de diversos temas. Lo anterior con la meta de establecer círculos de diálogo que visibilicen y ayuden a comprender más allá del pensamiento convencional, se tiene la oportunidad de discernir la información para trazar otro tipo de soluciones.

Consideran que la base de cualquier agente de cambio es cuestionar y poner en duda cualquier cosa que te digan. De esta manera, el estudiante buscará comprobar esos datos y generará soluciones que vayan más allá de lo común o sumará valor a una propuesta existente. 

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En el bloque de formación humana mediante experiencias locales, nacionales o internacionales se genera un acercamiento con otros emprendedores para descubrir alternativas de solución a problemáticas sociales. De tal forma que se crean sinergias. Una de sus ideologías es que estos procesos no pueden llevarse a cabo solos, es necesario involucrar a gobiernos, empresas, sociedad civil, entre otros actores. 

FPT señala que cuando alguien comparte con otra persona se aprende y se abre la oportunidad de sumar colaborando juntos. Estos intercambios se alcanzan con la habilidad de la humildad, en lugar de hacerlo solos se puede innovar con alguien que ya ha empezado y en conjunto avanzar más. El proceso social se origina de la aspiración de que un problema social se erradique y el proyecto ya no sea necesario. 

Sin embargo, para crear alianzas es vital delimitar qué líneas de acción se seguirán para atender una problemática social. En ocasiones, los estudiantes que entran al programa tienen bien establecido el proyecto con sus respectivas actividades, pero antes de continuar deberán replantearse hacia dónde se dirigen escuchando a la comunidad. Las personas que viven en ese entorno son quienes tienen la solución, escuchar y entender sus necesidades toma tiempo. 

Es difícil dar solución a algo que no se conoce. Por ello, para producir una respuesta completa es relevante generar lazos de confianza y verdadera corresponsabilidad con los integrantes de la comunidad. Es posible acompañar a un grupo pero con la empatía una persona es capaz de entenderlo intencionadamente y cambiar de estrategias y perspectivas. 

Tú también puedes abrir un espacio para proponer una respuesta a diferentes problemáticas sociales, entrando en la siguiente ficha.

El acompañamiento a largo plazo de Formar para Transformar contribuye a que las y los jóvenes puedan posicionarse en vacantes en el mercado laboral. Una persona que logra equilibrar los tres ámbitos focalizados en el programa (su vida universitaria, su apoyo a la comunidad y la vida personal en casa) tiene la estabilidad emocional para trascender con un impacto positivo. 

Formar para Transformar es asesorado por un miembro de la red de Ashoka Fellows, Rodolfo López Arzola, quien cuenta con más de 40 años de experiencia en procesos sociales. El emprendedor busca cuáles son las buenas prácticas de innovación social que pueden tener procesos replicables en otros territorios. Además, apoya con la sistematización para sintetizar su experiencia a fin de que los estudiantes de este programa adquieran las enseñanzas necesarias. 

Actualmente, FPT se encuentra trabajando en sistematizar su impacto, reconociendo cuáles son sus aciertos y áreas de oportunidad por mejorar. Por medio de recolectar documentación para aportar a otros proyectos y propagar una metodología replicable. 

«Nosotros como educadores realmente tenemos un compromiso con la generación actual y las que vienen. Yo creo que generalmente la agencia de cambio es una responsabilidad, así como vas buscando una acreditación, como una maestría para mejorar en tu perfil profesional, debe ser una acreditación más para poder ser un mejor educador», indica Jesús Alejandro Escareño Álvarez, coordinador general de Formar para Transformar.

Además, Jared Estefanía Montiel Ramos, encargada del bloque de formación humana de FPT, explica que «ser agente de cambio no es un momento, desde el momento en el que nacemos como seres humanos y formamos parte de este mundo tenemos un compromiso. No importa si son maestros de educación física, de ingeniería, de sistemas, de robótica. Somos seres humanos y jugamos un rol dentro de esta sociedad y ese compromiso lo tenemos todos. Ahí está nuestro legado».

Para conocer otras buenas prácticas de Formar para Transformar entra al siguiente enlace

Haz la Lucha, entrenando luchadores sociales

Haz la Lucha, es un movimiento de luchadores sociales a través de un medio digital y un marketplace. Cuentan con más de 11 años de experiencia formando desde la agencia de cambio e innovación social. Se distingue por ser un colectivo que crea conocimiento en los ciudadanos a la vez que entiende y enseña sobre problemáticas sociales. 

El programa de entrenamiento fomenta el enfoque de que para provocar cambios sociales se debe impulsar la interculturalidad y de manera intergeneracional. Así, personas de diferentes edades, estratos sociales y preparación académica pueden colaborar hacia un objetivo en común. 

En Haz la Lucha es importante reconocerse a sí mismo como un agente de cambio y comprender las nociones de innovación social. Un agente de cambio tiene la voluntad de alguien que hace un voluntariado pero tiene el propósito de un activista. Su valor reside en enseñar a otros, no necesariamente como pares, sino para repetir procesos con impacto, de forma que se instituye una organización. El programa forja facilitadores con el potencial de formar a otros pares y recibir retroalimentación. 

Otra de sus metodologías incluye la autoetnografía, es decir conocerte a ti para conocer al otro. Para crear y ejecutar un proyecto social, es esencial comprenderse a uno mismo, identificar los prejuicios que se encuentran arraigados en cada persona para no cargar con ellos a la práctica.

Su programa Despierta a tu luchador social tiene un formato en línea y una duración de 11 semanas. Los participantes son personas de México, el Caribe, Centro Sur América y algunas de la frontera de Estados Unidos que hablan español. El contenido adicional de aprendizaje que les proporcionan incluye mapas de ruta, desafíos y una biblioteca de contenidos. Incluso, tienen acceso a este material de por vida y a un certificado como agente de cambio. 

Asimismo, ofrecen un certificado en innovacion social que tiene una duración de dos meses y es en línea. Los estudiantes disponen de acompañamiento de una red de mentores, sesiones en vivo, una biblioteca de contenido y una comunidad para conectar entre pares. 

Las buenas prácticas educativas que comparten en el portal las integran: retroalimentación entre pares y entendiendo problemas sociales y ambientales. La primera se basa en la relevancia de establecer referencias de acuerdo con el contexto de vida para generar conceptos propios y definir su realidad ante el cambio. En Haz la Lucha consideran el cambio fundamental para emerger un mejor futuro, el cambio respecta a lo individual mientras que emerge es algo colectivo.

Los métodos para esta primera herramienta utilizan autoetnografía, al aplicar la semiótica, antropología y el entendimiento a fin de percatarse en cómo y por qué hacemos algo. Igualmente, se apoyan en el aprender haciendo, en esta dinámica los estudiantes expresan su sentir pintándolo. Es importante crear un espacio seguro para que los participantes se permitan ser vulnerables, lo que genera confianza. A partir de este ejercicio dejan fluir la creatividad y la comparten con sus pares. Es una forma de crear proyectos colectivos.

Este modelo es una réplica de su programa de 11 pasos, y puede realizarse en varias sesiones o en una misma. Los estudiantes que lo lleven a cabo serán capaces de conocerse internamente, encontrar su propósito personal y diseñar su mapa de ruta como agentes de cambio. 

¿Deseas descubrir cómo aplicar este recurso en el aula? Entra a la siguiente ficha.

La segunda buena práctica de Haz la Lucha consiste en comprender los problemas sociales y ambientales para identificar oportunidades de cambio. Al entender una cuestión o necesidad de cierta localidad se alcanzan a distinguir nuevos caminos con la finalidad de crear un plan de acción transformador. Esta actividad facilita al estudiantado ver las causas de un dilemay sus implicaciones para innovar. 

Hacer preguntas es trascendental, los facilitadores pueden presentar una teoría y quien no decida cuestionar se quedará con la misma información. Los educadores pueden acompañar a los participantes en este proceso para redefinir nuevos conceptos y conocer sobre las definiciones que tienen distintas personas sobre un mismo tema. 

Para conocer una guía de cómo emplear este ejercicio, da clic en la siguiente ficha.

La creatividad para solucionar problemas no viene solo de buenas intenciones sino de comprender a conciencia el contexto y cosmovisión de quienes los experimentan. En ocasiones se suele recurrir a los mismos aliados para colaborar, sin embargo Haz la Lucha propone escuchar a perfiles que sean agentes de cambio aún cuando ellos no lo saben. Por ejemplo, un taxista o vendedor del mercado que convive con otras personas diariamente, tal vez propicia nuevas soluciones en su entorno y no se percata de ello. Es importante habilitar espacios para grupos minoritarios y otros perfiles. 

Uno de los casos de éxito del colectivo es el del alumno Jesús Guzmán con la iniciativa No es brujería, es tecnología. Él se identificó en el programa como agente de cambio y ahora es un referente siendo creador de contenido en TikTok con más de un millón de seguidores. Lo importante es que enseña tecnología y a programar utilizando las redes sociales.

Haz la Lucha brinda un espacio de conexión y al compartir herramientas que están funcionando. El potencial de transmitir estrategias que operan satisfactoriamente abre el campo a mayores colaboraciones. Además, ayuda a poner a la causa en medio y la iniciativa que comparta como referente. Lo que al final se traduce en mayores aprendizajes y proyectos.

En un panorama a futuro se pretenden crear programas híbridos para experimentar con nuevas herramientas. De la misma manera, es relevante hacer investigaciones públicas que sirvan para mejorar la formación y pautar cambios sistémicos, como políticas públicas. 

Como ejemplo concreto, Haz la Lucha ha trabajado con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia en el Programa para el Desarrollo, donde se realizó un mapeo de luchadores sociales. También han hecho este reporte de México y han colaborado con el Ministerio de Educación de República Dominicana.

«Hay que identificar problemáticas cerca de las instituciones. La apatía se da porque a veces se enseñan cosas donde los ejemplos o los casos de estudios son lejanos. Entonces, ¿cómo hacer casos de estudio locales involucrando a la comunidad o localidad? Eso los motivaría mucho. Independientemente de la carrera que estudien, aplicarlo en el contexto alrededor de la universidad o en la comunidad más cercana que así lo necesita. Es importante acercar la universidad a la comunidad», señala Carlos Andrés Navarro Hidalgo, fundador de Haz la Lucha.

Conoce más sobre los casos de impacto de Haz la Lucha en este enlace.

Ashoka desde su Comunidad Colíder de Niñez y Juventud, en conjunto con la Fundación MetLife, invitan a acceder al portal de Ashoka para descubrir más de estas instituciones, modelos y herramientas que componen la Guía de Buenas Prácticas Educativas. Además, te invitamos a asistir al Tercer Encuentro Interuniversitario de Agentes de Cambio que se llevará a cabo el 25, 26 y 27 de abril de 2023 en el Tec de Monterrey Campus Guadalajara. El evento es gratuito y estará disponible para asistir en modalidad presencial o virtual. Puedes reservar tu lugar en el siguiente enlace. Para consultar la agenda del evento haz clic aquí

¡Súmate a una visión transformadora desde la empatía y la agencia de cambio!

Tercer Encuentro Interuniversitario de Agentes de Cambio

25, 26 y 27 de abril de 2023 | 10:00 a 18:30 hrs.

Tec de Monterrey, Campus Guadalajara

Evento gratuito, presencial y en línea

En colaboración con 2811 y Ashoka México, Centroamérica y el Caribe 

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0