Colleen Silva-Hayden y los desafíos de la universidad, en entrevista para el Observatorio

Colleen Silva-Hayden, Directora Asistente de Innovación Universitaria, en Harvard University, LASPAU, en entrevista para el Observatorio. 

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Las universidades son un mecanismo para la inclusión social, para la movilidad social y la mejora económica de los alumnos.
— Colleen Silva-Hayden.

Colleen Silva-Hayden, Directora Asistente de Innovación Universitaria, en Harvard University, LASPAU, charló con el Observatorio sobre la educación superior en Latinoamérica, en el marco del  4° Congreso Internacional de Innovación Educativa.  

Lee la transcripción completa de la entrevista:

Observatorio: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las universidades para mantener el ritmo de la innovación?

Silva-Hayden: Bueno, cuando vemos el contexto de educación superior en la región de Latinoamérica y el Caribe, estamos pensando en 10,000 instituciones, que sirven a más de 20 millones de alumnos; y la mitad de esos alumnos, el porcentaje de los alumnos que entran en la universidad en los últimos 10 a 15 años se ha duplicado. Con esos nuevos alumnos, muchos de ellos no son los alumnos tradicionales que vienen de las familias más ricas, más privilegiadas, que sus padres ya estudiaron en la universidad. Tenemos muchos alumnos que son de primera generación, muchos alumnos que no están en la edad típica de los alumnos universitarios; hay muchos que tienen más de 21 años cuando entran en la universidad. Y no solo en el caso de Latinoamérica, incluso en los Estados Unidos y otras regiones del mundo. Tenemos muchos alumnos de primera generación, y yo creo que uno de los grandes desafíos o retos para las instituciones de educación superior es cómo pueden, primero, absorber a estos alumnos, pero garantizando la calidad educativa. Y no es simplemente que los alumnos se gradúen, aunque solo 50% de los alumnos en esta región se gradúan con un título antes de cumplir de 26 a 29 años, según un reporte hecho por el grupo del Banco Mundial.

Tenemos que mejorar la calidad, también la relevancia de la educación. Yo creo que muchos de los alumnos en la mayoría de las instituciones, las universidades de Latinoamérica, cuando entran en la universidad tienen que elegir su carrera, y esto va a tener un impacto tremendo en el curso de su vida entera. Tienen que decidir: «Yo voy a ser un ingeniero, un abogado», y así es. En contraste, lo que vemos es que toda la educación innovadora tiene otra tendencia. Lo que queremos decir es que es más innovadora, es que se adapta y responde más a las necesidades y las tendencias del día de hoy y el futuro. Necesitamos más educación interdisciplinaria, educación que permita que los alumnos se gradúen con las competencias y las habilidades transversales, que les va a servir en carreras diversas que van a tener durante sus vidas, que les van a servir en carreras que van a cambiar en poco tiempo, sino es que ya están cambiando hoy mismo. Otro de los desafíos creo que tiene que ver con la inclusión social, la diversidad de las instituciones. Este año en Harvard entró la clase, el perfil académico de los alumnos al nivel de Harvard College, el perfil más diverso que hemos tenido. Diverso en términos de los niveles socioeconómicos, niveles de la diversidad étnica de los alumnos, y la diversidad no solo tiene que ver con los números, son también los controles, los procesos, el ambiente, la comunidad académica, que puede brindar lo mejor para esos alumnos.

También, por todas partes de la región, vemos que las universidades son un mecanismo para la inclusión social, para la movilidad social, la mejora económica de los alumnos; pero vemos que también hay muchos segmentos de las poblaciones que todavía no están incluidos en la educación superior. Hay muchas poblaciones que no tienen una voz activa, un papel activo en el ambiente de la investigación y que no entran en las carreras de liderazgo, de avanzar las áreas más importantes en la sociedad. Esta diversidad es tan importante porque nos permite, primero, tener perspectivas muy distintas, que reflejan nuestras sociedades. También, yo creo que de las perspectivas de estos alumnos y también la diversidad institucional a nivel de la facultad, los líderes académicos, hay mucho que hacer para tener más representación de las mujeres, de la diversidad en todos los aspectos. Así, nuestras instituciones van a tener más información y más perspectiva, y también van a valorar también mucho más lo que pueden hacer para tener un impacto en la sociedad civil, si tenemos más inclusión para las personas que vienen de las esferas diversas de la comunidad.

Observatorio:  ¿Cuál es el papel del profesor en el futuro de la educación?

Silva-Hayden: Yo creo que el papel del profesor en el futuro de la educación tiene un papel más activo y menos centralizado. En las universidades originales hace siglos, es ahí donde comenzó esta tradición de dar lectura, que los profesores tenían a veces las únicas copias, muy preciosas, de los textos que tenían que ser copiados a mano, y llevaban este texto para dar lectura. Y ver que esta práctica no ha cambiado en muchas universidades por siglos. Pero hoy en día sí está cambiando mucho, y ha estado cambiando en muchas universidades y también en la educación secundaria, primaria, en muchos casos. Vemos que los alumnos no simplemente están en el aula para recibir conocimiento, datos, información. Necesitan tener un papel más central; el aprendizaje centrado en el alumno, esto va a cambiar mucho el papel del profesor. Y hay muchos profesores que les da miedo este cambio porque piensan que han perdido un poco de su importancia, su influencia; pero es totalmente al revés.

Este nuevo modelo permite que los profesores le van guiando como un mentor, entrenando a los alumnos en áreas o niveles más altos de la taxonomía de Bloom, para que los alumnos sean los que generan las ideas, aplican sus ideas, crean nuevas posibilidades; y ellos mismos pueden diseñar y producir en esta generación en que todos los alumnos quieren subir sus ideas, sus fotos, sus selfies a través de YouTube o Facebook. Puede ser igual en el aula, que los alumnos quieren mostrar sus ideas; y después los profesores les pueden guiar más, les pueden mostrar, les pueden dar más retroalimentación específica para mejorar su conocimiento, su entendimiento y formar a ellos de una manera más holística, y llegar a un nivel incluso más interesante para los académicos y entrar en preguntas más abiertas, más profundas, en que no vamos a encontrar las respuestas solo en la parte de atrás de un libro, de un texto, pero también entrar en las preguntas que los alumnos van a tener a través de todas sus carreras.

Observatorio: ¿Crees que las credenciales alternativas alguna vez serán reconocidas por el mercado laboral a la par de los títulos universitarios tradicionales?

Silva-Hayden: Yo creo que, por un lado, hay muchos alumnos que están diciendo: «Mira, necesito mejorar mis habilidades en esta área específica», y buscan un curso en línea, algo en YouTube, en Coursera; y en esto va bien. Pero por el otro lado, los alumnos, yo creo que las credenciales para los profesores, uno de sus grandes papeles y las grandes ventajas de los profesores es que hacen investigación, que ellos son muy activos en producir nuevo conocimiento, y ésta es una experiencia en que los alumnos todavía y las instituciones necesitan profesores de una alta calidad en esas áreas, para producir también nuevos conocimientos y como instituciones que van produciendo más investigación. Yo creo que esto no va cambiando tanto, pero sí lo que vemos es mayor colaboración entre el sector privado, la industria y las universidades; y en esto se enfoca mucho la investigación aplicada. Ese es un buen espacio para los alumnos, avanzar en proyectos aplicados, que puedan aprender de los educadores que vienen de la industria, que no tienen un doctorado y tienen una gran utilidad. Pero yo creo que al final, las universidades necesitan que sus profesores sean también investigadores; y hay que tener cuidado de no tener una división tan fuerte entre los profesores académicos, que van a ver las cosas un poco más al fondo o entrar en la teoría también; sino tener una combinación de las mejores prácticas de la industria, cómo aprendemos en el ámbito profesional, junto con la teoría, la investigación y los fundamentos de las Humanidades y las Artes.

Observatorio: En su opinión, ¿cómo será la educación superior en el 2049?

Silva-Hayden: Bueno, en el año 2049 no tengo ninguna idea de cómo será la educación superior, ni cualquier otra cosa. Siempre yo creo que hay un gran riesgo intentar hacer proyecciones del futuro bien lejano. Pero yo creo que sí, van a haber mucho más alumnos de los que vemos hoy en día que están entrando a la educación superior, vemos personas de edades muy distintas y vemos que también una de las tendencias es que hoy en día nosotros como ciudadanos o trabajadores profesionales, no pensamos en la universidad exclusivamente como una experiencia única de cuatro años de pregrado, vemos una continuidad de educación en que tenemos que ir regresando a la universidad, a veces para hacer una maestría, un doctorado; pero también la educación ejecutiva, educación profesional. Y, bueno, el papel de la universidad, yo creo que se va expandiendo. Por otro lado, yo creo que, y ojalá, las universidades, cada una se va a especializar en su contexto, en las necesidades más locales o, si es una universidad muy internacional, tendría otra misión; pero que las instituciones del futuro nos van a intentar simplemente subir los rangos internacionales, van a decir: «Okay, los rangos internacionales me sirven como una herramienta, es una perspectiva. Son indicadores que puedo utilizar para pensar en cómo hacemos», pero que se van a enfocar en sus propios indicadores del éxito.

Lo van a definir según sus alumnos, van a tener misiones más específicas, y así los alumnos ya tienen una gran oferta internacional de lo que pueden estudiar y dónde. Y bueno, las universidades van a tener que hacer más para llamar la atención y decir: «Esta es nuestra identidad, eso es nuestra oferta única», y tener más correspondencia entre lo que realmente buscan los alumnos y tener la mejor oferta educativa y de investigación en esas áreas claves.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0