Necesitamos más honestidad y menos cortesía corporativa

Ha llegado el verano y con él la lluvia de correos con respuestas automáticas y mensajes “fuera de la oficina”. ¿Por qué necesitamos cambiar el lenguaje que utilizamos en estos mensajes?

Necesitamos más honestidad y menos cortesía corporativa
Una lectura de 4 minutos

El año pasado publiqué por estas fechas un mensaje editorial con el título: ¿Por qué necesitamos un mensaje de «fuera de la oficina»? Era junio del 2021, iniciaba el verano (para quienes vivimos en el hemisferio norte y el invierno para quienes viven en el hemisferio sur) y ya se empezaba a sentir esa inquietud que suele caracterizar a las semanas previas a un periodo vacacional.

En aquel texto relataba que recién había recibido el primer mensaje de “fuera de la oficina” del año y, a la fecha, me sigue sorprendiendo la brevedad y simplicidad de aquél mensaje: “Hola. Me pondré en contacto contigo tan pronto como regrese”. La llegada de esta respuesta automática coincidió con la publicación de un artículo de Charlie Warzel titulado “You Need A Better Out Of Office Message” (Necesitas un mejor mensaje fuera de la oficina), en el que Warzel prioriza la honestidad por encima de la cortesía acartonada y profesional que normalmente vemos en este tipo de mensajes. “Lo que necesitamos en nuestra comunicación laboral no es más cortesía profesional o aplicaciones de mensajería menos formales como Slack. Necesitamos honestidad”, escribe Warzel.

Quiero destacar “necesitamos honestidad”, porque creo que es el gran talón de Aquiles de la comunicación empresarial. Usamos un lenguaje muy rebuscado, damos demasiadas vueltas y utilizamos un montón de sinónimos (incluso palabras inventadas) para decir eso que queremos decir, pero con cortesía profesional, como el famoso “saludos cordiales”.

Platicando con una amiga argentina, me decía que había notado que los mexicanos solemos dar muchas vueltas antes de decir lo que realmente queremos decir. No solo en el contexto laboral, también en el ámbito personal y social. Me quedé pensando en lo que me dijo y llegué a la conclusión de que tal vez esto se deba a que usamos un exceso de cortesía al comunicarnos, cuando en realidad lo que hace falta es honestidad, pero nos da miedo sonar muy agresivos.

Con esto en mente, regresemos al tema de los mensajes que utilizamos para avisar que estamos “fuera de la oficina”. Normalmente el mensaje de estas respuestas automáticas que dejamos cuando nos vamos de vacaciones es algo similar a lo siguiente:

Hola, estoy fuera de la oficina del___ hasta el ___ y es posible que tarde en responder a tu correo electrónico. Si es una emergencia, puedes comunicarte conmigo al ___ o comuníquese con ___. ¡Gracias!

Hay un problema (o varios) en este mensaje. ¿Cuál es el problema, lo identificas? No es incorrecto, ni está mal redactado. El problema con este mensaje es la parte que dice: “es posible que tarde en responder…” Este mensaje es vago y confuso. ¿Estás o no de vacaciones? Con esta respuesta, la persona que lo envía está dando a entender que, aunque está de vacaciones, puede que las interrumpa para contestar correos de trabajo, tal vez más lento de lo normal pero no necesariamente. Incluso me he topado con mensajes todavía peores en el que el remitente hasta agrega que puede que durante sus vacaciones se encuentre en un lugar con poca recepción y conectividad, es decir, un esbozo de disculpa por no poder contestar o recibir tu mensaje en el momento.

“Hay un tono sombrío y de disculpa en estos mensajes”, dice Warzel. Estos mensajes reflejan una cultura laboral que valora la productividad por encima del bienestar personal y una superposición casi total del trabajo y la vida. Y a raíz de la pandemia esta superposición se ha incrementado todavía más. Para quienes tuvimos la oportunidad de trabajar desde casa durante la pandemia, esa delgada línea entre nuestra vida profesional y la personal se ha ido desvaneciendo cada vez más. Pero el homeoffice también nos ha dado la oportunidad de repensar estas cosas. Veo que cada vez somos más las personas que valoramos (y defendemos) nuestro tiempo, que buscamos y exigimos esa desconexión real, no simulada, y que buscamos ser algo más que nuestro trabajo.

Hoy más que nunca necesitamos honestidad, reclama Warzel. Yo agregaría que además de ser honestas, necesitamos dejar de justificarnos. Al final de cuentas, el mensaje del texto de Warzel no deja de ser muy americano: “necesitamos un mejor mensaje de fuera de la oficina”, pero nunca se replantea por qué necesitamos uno o si quiera la posibilidad de no programarlo cuando nos vamos de vacaciones. En los años que viví en España observé que allá no se estila mucho este tipo de mensaje, al menos no tanto como en México (donde estamos muy influenciados por la cultura laboral estadounidense). En España todo el mundo sabe que el mes de agosto es mes de vacaciones, al menos para una parte de la población que puede y tiene ese lujo, entiendo que no todas las personas pueden hacerlo. Pero lo que quiero decir es que está sobreentendido que en agosto no se trabaja y no hay necesidad de dejar una respuesta automática en tu correo porque, en principio, a nadie se le va a ocurrir enviarte un correo de trabajo en plenas vacaciones. Aunque claro, siempre hay sus excepciones.

A mí me quedan todavía unas cuantas semanas para tomar vacaciones, así que tengo tiempo para pensar en un mejor mensaje de fuera de la oficina. Repito la misma imagen que usé en aquel mensaje que publiqué en junio del 2021 porque me parece que ilustra perfectamente el mensaje: necesitamos honestidad. El letrero dice lo que es, “cerrado por descanso”. Sin disculpas, sin justificaciones, incluso sin fechas. Necesitamos descansar y por ello, nos tomamos un descanso. Ese es el aviso.

Y tú, ¿dejas mensajes automáticos cuando tomas vacaciones? Si es así, ¿cuál será el tuyo este año? ¿Tienes alguno favorito o que te haya llamado la atención? Compártelo en los comentarios. 

Hasta la próxima semana.

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

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