Calendario de amor por la lectura: te leo tanto, tanto, tanto…

La práctica de la lectura no se refiere únicamente a la que hacemos por medio de los libros. La lectura comprende una gran variedad de portadores textuales, en consecuencia, por lectura debemos entender cualquier evento de interacción entre un texto y un lector que le otorga significado.

Calendario de amor por la lectura: te leo tanto, tanto, tanto…
Una lectura de 7 minutos

Había una vez, una niña que aprendió a leer con revistas del corazón; historias de celebridades mundiales y nacionales, historias de la realeza (principalmente británica). La pequeña primero aprendió de la Reina Isabel, su reinado, peinado, viajes, hijos, escándalos, deportes, ropa, moda y marcas como Gucci, Dior o Chanel, antes de conocer la historia de su país. Al tiempo que leía, le surgían dudas que resolvía con la ayuda de un adulto, para otras encontraba respuesta en una enciclopedia o Encarta (que nació en los años 90), y para otras dudas simplemente no había respuesta. Sin embargo, eso no le importaba porque ¡le encantaba leer! Con el tiempo, por medio de la televisión amplió su visión del mundo, se dio cuenta de que era más grande de lo que pensaba, conoció muchos programas en inglés que no entendía mucho, pero su amor por la lectura siguió y encontró un nuevo mejor amigo: el diccionario inglés-español.

“Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase”.

– Helen Keller

La lectura no se refiere a la que se realiza en libros exclusivamente, sino a una gran variedad de portadores textuales, y en consecuencia por lectura debemos entender cualquier evento de interacción entre un texto y un lector que le otorga significado. Los lectores no son una masa uniforme, sino una variedad de individuos que utilizan el lenguaje escrito, entre otras razones, para almacenar información, para comunicarse con fines de transmisión de información o de disfrutar de sensaciones estéticas. La lectura es una práctica fructífera debido a que incrementa la imaginación, el pensamiento crítico, mejora el lenguaje, dota de información y conocimiento, promueve la libertad, entre muchos otros beneficios.

Para Andruetto (2014), la lectura es un instrumento de intervención sobre el mundo que nos permite pensar, tomar distancia y reflexionar; también es una posibilidad para dar lugar a las preguntas, a la discusión, al intercambio de percepciones y a la construcción de un juicio propio (pp. 111-112). Asimismo, para Garrido (2014), la lectura cumple una función vital tanto en la vida académica, profesional y personal. Por lo anterior, la lectura no debería relacionarse únicamente con la escuela, sino como una práctica inmersa en todo momento en la vida cotidiana.

México al grito de la lectura

En el año 2022 México fue evaluado con un déficit en las habilidades de lectura desarrolladas por los jóvenes, poniendo al sistema educativo mexicano en la vitrina de la crítica generalizada. La prueba PISA, Programa para la Evaluación Internacional de la OCDE, mide el rendimiento de las y los estudiantes de 15 años que están a punto de finalizar la enseñanza obligatoria, así como los conocimientos y capacidades esenciales en áreas de lectura, matemáticas y ciencias; que les permitan desenvolverse plenamente en la sociedad. Los resultados expuestos del 2022 muestran que, en México, nos encontramos en el nivel 415 en lectura, en ciencia en el nieve 410 y en matemáticas nivel 395; los tres rubros lamentablemente por debajo de los niveles esperados. Singapur es el país que lidera en los tres tópicos; en lectura se encuentra en el lugar 543, en matemáticas en el puesto 575 y ciencias en el puesto 561.

En nuestro país, los esfuerzos para promover la lectura se concentran en dos vertientes principales. La primera en cuanto al desarrollo de los niveles de alfabetización y la segunda en la disposición de libros al alcance de todos. El discurso político del Sistema Educativo Nacional otorga gran importancia al desarrollo de la lectura así como también a la formación de escritores y lectores autónomos al introducir material bibliográfico en las aulas de educación básica. Sin embargo, es un hecho que no ha sido capaz de integrar de modo eficiente estas estrategias, nulificando con ello los esfuerzos por crear bibliotecas o colecciones en los planteles.

“El que no cae, resbala”

Hemos visto ejemplos de políticos o figuras del espectáculo que al ser cuestionadas acerca de su top tres de libros favoritos, se quedan pensando y responden de manera atropellada o un tanto genérica. Es posible que sea el nerviosismo de la situación o que realmente la lectura no forma parte de su día a día. Sin juzgar, debemos cuestionarnos si nosotros estamos leyendo o creando espacios para cultivar nuestra imaginación. Según estadísticas de INEGI, con datos del año 2022, se muestra que las y los mexicanos leemos en promedio de tres libros anuales. También, menciona que el 71.8 % de la población alfabeta de 18 años y más años, leyó alguno de los materiales considerados por el instrumento de capacitación sobre el módulo de lectura MOLEC: libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de Internet, foros o blogs. Por otro lado, las redes sociales también impactan nuestros hábitos de lectura en el consumo de libros físicos, digitales y revistas. Después de la pandemia, aumentó el uso de las plataformas para acceder a libros y realizar compras por internet, lo cual es un reflejo del impacto del internet y las redes sociales en la vida cotidiana de la población mexicana.

Las causas de los bajos índices de lectura pueden ser inherentes a factores sociales, educativos o psicológicos. En México, existen grandes diferencias con relación a las condiciones socioculturales de los individuos, se puede esperar una cierta jerarquía en los comportamientos lectores. Otra reflexión, tiene que ver con el tipo de recompensas sociales que se obtiene a través de la lectura que una persona realiza. Es evidente la diferencia entre una persona que es analfabeta y una alfabetizada, ya que, generalmente, las primeras se encuentran ubicadas en las clases sociales más bajas, no tienen acceso a cierta información y se les dificulta la convivencia en una sociedad letrada; pero no resulta tan clara la situación de las personas que poseen la capacidad de leer y escribir porque hay una gran diversidad en los niveles de competencia lectora y los tipos de lectura que realizan con fines específicos.

Calendario de amor por la lectura: te leo tanto, tanto, tanto…

Tener el hábito de la lectura no es tarea sencilla a ninguna edad, pero sí podemos hacer pequeñas cosas para lograrlo desde la clase. En el curso de Conceptos y Dilemas éticos de la Universidad Tecmilenio, tuve la oportunidad de abordar con mis estudiantes de preparatoria diferentes lecturas a los largo del ciclo escolar. A través del Calendario de amor por la lectura, podemos realizar retos mensuales con diferentes temas y autores acordes a los gustos y etapa del estudiantado, ver ejemplo en la Imagen 1.

Imagen1. Calendario mensual del reto de lectura. Por la Maestra Yadira Díaz (2024). Ilustraciones de Flaticon, formato CANVA.

La imagen anterior “Reto de lectura», debe basarse en los gustos de cada grupo. El docente puede sugerir temas y libros que ya conoce, pero también preguntar la opinión de los estudiantes para conocerlos mejor. Aquí les comparto algunos consejos para integrar el calendario de lectura en clase:

  • “¿A cambio de qué?”: Dar compensaciones por los libros leídos, es decir, dar premios por lo realizado, pueden ser puntos o tiempo extra en algún examen.
  • “Del ronco pecho”: Leer en voz alta durante un periodo de 15 minutos por día en clase, así, el alumnado comenzará a ver de manera frecuente que la lectura suceda.
  • “¿Libro o película?”: Mostrar algunas películas basadas en libros para que las y los estudiantes contrasten y cuestionen la versión en el libro y la película, que tengan la curiosidad de leer para poder refutar su teoría.
  • “Adiós, vaquero”: Si alguna lectura no es del agrado del lector, permítele que así sea, no todos debemos pensar igual y esa individualidad hará que ellos se sientan tranquilos.
  • “Amigo, ven, te invito un libro”: Rodearse de personas que les guste leer ayudará a que podamos compartir el hábito de la lectura y nos llenemos de conocimiento.

Es importante fomentar en la comunidad estudiantil el gusto por la lectura creando espacios en clase para comentar lo que leyeron y aprendieron. Esta actividad enriquecerá su vocabulario, conocimiento y perspectiva, los ayudará a expresarse y desenvolverse mejor al hablar frente a sus compañeros y en público.

Reflexión

Recuerda que no podemos exigir lo que no damos, es decir, si queremos que la niñez y los jóvenes lean y comprendan lo que están leyendo, es indispensable que nosotros también tengamos ese maravilloso hábito de la lectura. Leer tiene un gran impacto en nuestras vidas, nos permite conocer nuevos lugares, experiencias y situaciones. Los invito a fomentar la lectura como una excelente herramienta de entrenamiento para la vida. No se trata de prohibir las redes sociales, los dispositivos móviles, los videojuegos o la televisión. Se trata de sumar a todo esto el amor por la lectura y la experiencia enriquecedora de leer.

La lectura es un instrumento que permite sentir, percibir, entender y enfrentar las vicisitudes de la vida con mayor claridad, información y conocimiento. Sin embargo, muchas personas prefieren no leer, por ello, es importante reflexionar en cuanto a las prácticas lectoras, pero también respecto a las dificultades o barreras que ocasionan adversidad hacia la lectura.

Actualización: La niña del primer párrafo, ya creció y sigue siendo amante de los libros, revistas y se han sumado los podcast. Su imaginación y creatividad crece día con día y cada lectura se queda en su corazón.

Acerca de la autora

Yadira Díaz (lic.yadiradiaz@gmail.com) es abogada por la Universidad de Sonora y maestra en Educación por la Universidad Tecmilenio. Ha impartido clases en preparatoria y Universidad. Confía en que “el mundo es un lugar donde todos podemos mejorar y que cada día es una oportunidad para creer en nosotros mismos”.

Referencias

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Edición


Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y productora de los Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.


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