Proyectos audiovisuales en el aula

Crear una obra audiovisual en el aula debe ser un proceso sistematizado, de lo contrario, puede ser frustrante para el alumno cuando tiene más expectativas de las que puede lograr. Conoce la propuesta de un profesor.

Proyectos audiovisuales en el aula
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Una lectura de 5 minutos

“La próxima vez que implementemos un video en el aula, lo haremos mejor si sabemos que el 80 % de nuestro cerebro está diseñado para asimilar y procesar imágenes”.

En esta época de confinamiento por COVID-19 el video bien utilizado puede ser un aliado en las clases virtuales, si se usa de forma adecuada. Videos cortos de 1:59 minutos con relativa formalidad en su producción y un buen contenido, son una excelente opción para variar el estímulo y mantener a los alumnos motivados. Sin embargo, si no se sigue una metodología específica este esfuerzo puede crear el efecto contrario.

Con frecuencia solicitamos a los alumnos crear videos para sus clases, ¿con qué fin? Reflexionemos en este punto. Crear una obra audiovisual debe ser un proceso sistematizado, de lo contrario, no será un aprendizaje significativo y puede llegar a ser frustrante cuando el alumno tiene más expectativas de las que puede lograr.

No importa el formato del video: un documental, video ensayos, cortometrajes, cine minutos, videos para YouTube, webserie o incluso, simples presentaciones. La obra audiovisual tiene sus reglas dentro de su entrañable creatividad, esta debe regirse por modelos representacionales (es la forma estandarizada y probada de realizar algo correctamente en el área audiovisual) así como también considerar las características del lenguaje, mismos que el docente debe conocer.

Solicitar a los alumnos una obra audiovisual de forma coherente, permite tener un sentido en la ejecución de un proyecto. No se trata de cuestiones técnicas, sino de narrativas, estructuras y de lenguaje audiovisual básico“.

Solicitar a los alumnos una obra audiovisual de forma coherente, permite tener un sentido en la ejecución de un proyecto. Empecemos con alfabetizaciones básicas que puedan transmitir a sus alumnos. No se trata de cuestiones técnicas, sino de narrativas, estructuras y de lenguaje audiovisual básico. También se pueden generar rúbricas específicas en función del tipo de video que cuidadosamente se haya seleccionado para cumplir con los objetivos específicos de la clase, por ejemplo: sensibilizar sobre un tema, rompehielos, generar niveles de reflexión académicos, sociales, profundizar en algo, dar a conocer un tema, entre otros. A continuación, les comparto las siguientes sugerencias para la producción de video en clase:

Tips para la producción de video en clase

  • Verbo mata carita: Priorizar el storytelling, al momento de contar algo tener inicio, desarrollo y final; también un detonante para captar la atención, generar preguntas en el espectador para que continúe observando. Innovar desde el punto de vista ‘del viaje del héroe’ una estructura básica del storytelling.

  • Creamos contenido para el mundo: El producto audiovisual tiene todo el potencial de viralizarse y con ello resignificar los alcances de nuestro contenido, reflexionar qué es lo universal o buscar dimensiones locales y globales.

  • Objetivo del video: Establecer el tipo de formato según el propósito (video-carta para engagement, funciona para todos los niveles educativos o video-ensayo sugerido para nivel de posgrado).

  • Recursos Audiovisuales: Alfabetizar el uso de formalidades audiovisuales dando énfasis en los trends (puesta en escena, formatos convenciones de género, tipología de la cámara, recursividad, jump cuts, Uso Tjo).

Vivimos inmersos en la cultura audiovisual, sin embargo, este formato es nuevo ya que apenas se cumplen 120 años de la imagen en movimiento y solo diez de su democratización. Vivimos una época de prosumidores y ubicuidad, es decir, cualquiera puede producir contenidos en cualquier momento y lugar. En la actualidad se asume que tenemos la pericia técnica para lograrlo pero, ¿cómo lograrlo de manera efectiva? La calidad del video ha dejado de ser un impedimento ya que cualquier dispositivo ofrece un mínimo aceptable, el acceso es cada vez es más difundido y en cada salón existirán varios integrantes con estas herramientas, no existen pretextos ya que la entidad educativa no requiere mayor infraestructura, es algo que no requiere mayor costo.

La forma de presentar una obra audiovisual difiere de los objetivos, pero el gran avance es la total libertad que nos proporciona. Se pueden encontrar grandes reflexiones sin necesidad de texto o voz en off (un locutor que explique), productos 100 % visuales, hibridaciones de género y formatos.

El nivel óptimo de innovación se da en la reflexión que podemos ver como ejemplo en los canales “Kogonada” y “everyframeapainting”. Se puede intuir que la proliferación de canales de YouTube creará un nuevo formato donde influencers y youtubers mostraran su propio lenguaje connatural a los alumnos. El objetivo en la generación de videos no será unboxings, reseñas, etc. sino reflexiones de calidad sin importar el contexto. Se puede observar una tendencia pedagógica en videos educativos en TikTok pues más profesionales se suman a la plataforma.

Me desempeño profesionalmente en la industria cinematográfica, las materias que imparto son en áreas audiovisuales y estudios creativos. Este hecho me ha permitido implementar diferentes niveles de experimentación en clase y nunca he dejado de sorprenderme. Desde dejar que el alumno realice el 100 % de actividades, dar acompañamiento cercano, dejar de dar contenido y esperar que ellos lo generen, centrarnos solo en innovación y recursos audiovisuales (split screen, voz en off, 4ª pared, jugar con los patrones de género, etc.), esto nos ha dado la posibilidad para ver el potencial de explotación, enfatizando el carácter de “alcance internacional” de los resultados y el hecho de que con el rigor de la reflexión académica los resultados pueden ser más trascendentes al usar la creatividad para resolver problemas y el uso de video en una época de pantallas y de extremo consumo audiovisual.

La tecnología ya no es impedimento, algunas veces los ejercicios se realizan con el apoyo de los centros de medios, con dispositivos profesionales, semi profesionales y amateur. La realidad es que no importa el soporte tecnológico -verbo mata carita- tampoco importa la forma, grandes trabajos han tenido enfoques cómicos, filosóficos, 100 % audiovisuales (ausencias de voz y texto), a manera de motion graphics, collages, etc.

Sin embargo, la creación de video aún no se sistematiza para la enseñanza y la realidad es que, tener un celular y todas las herramientas tecnológicas no garantiza, –ni remotamente– un apoyo al aprendizaje. En otras palabras, un lápiz no te hace escritor, un instrumento musical no te hace músico, etcétera. El hecho de estar cercano a implementar audiovisuales en materias afines nos ha permitido reconocer en algunos videos la importancia que tiene como proyección a la sociedad y al interior del aula, su aplicación en todos los tópicos y niveles, ciencias duras, creativas, niveles básicos (para ciertos objetivos como apoyo) y niveles académicos de posgrado donde generalmente el resultado de las propuestas e investigaciones de quedan en papers de rigor académico, en este caso, el uso de vídeo puede ayudar exponencialmente a difundirlos.

La experiencia ha demostrado un aprendizaje significativo especialmente el basado en storytelling, es decir, cualquier soporte debe basarse en la reflexión profunda de contar historias para obtener fines deseados, de lo contrario solo será ver una película con efectos especiales.

Quizá, la próxima vez que implementemos un video en el aula lo haremos mejor si comprendemos que el 80 % de nuestro cerebro está diseñado para asimilar y procesar imágenes, que supone 70 % menos esfuerzo que leer un texto y 80 % menos esfuerzo que escuchar. Considerando que nos encontramos inmersos en un mundo audiovisual existe una brecha lógica y cada vez más orgánica para el desarrollo e implementación de recursos audiovisuales en la enseñanza.

Será un placer colaborar con los interesados, abrir diálogo y compartir un momento de vida.

Acerca del autor

Salvador Plancarte Hernández. (s.plancarte@tec.mx) es guionista, consultor de desarrollo de contenido audiovisual, diseñador de programas educativos, conferencista magistral y feliz.

Referencias
Sánchez, J. (13 agosto 2020). La alfabetización audiovisual es un proceso de aprendizaje. Recuperado de http://lapazcomovamos.org/la-alfabetizacion-audiovisual-es-un-proceso-de-aprendizaje/

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0