¿Por qué jugar videojuegos en familia?

Jugar en familia puede mejorar las dinámicas en casa y abrir caminos educativos.

¿Por qué jugar videojuegos en familia?
Los videojuegos crean un espacio de convivencia y aprendizaje. Istock/Kudryavtsev Pavel
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Los videojuegos se han vuelto parte de la vida cotidiana de las infancias, juventudes y en muchas instancias, hasta del público mayor, es sin duda una de las formas de entretenimiento más concurridas hoy en día. Algunos son diseñados específicamente para servir a propósitos didácticos, también su práctica competitiva se ha vuelto una herramienta importante para el reclutamiento y formación de estudiantes universitarios.

Los límites de tiempo de pantalla han sido una preocupación importante para los docentes y cabezas de familia. Establecer tiempos razonables es prioritario, pero también ante una creciente conversación acerca de la dimensión educativa de los videojuegos, habría también que preguntarse: ¿qué beneficio tendría incluirlos en una rutina familiar diaria o en un currículum escolar?

Una herramienta de desarrollo

La doctora Cheryl K. Olson, investigadora especializada en en salud y conducta, ha escrito extensamente sobre las ventajas didácticas que ofrecen los videojuegos, siendo su primer contacto con estas, a través de su propia familia. Sostiene que su práctica frecuente puede ayudar al desarrollo cerebral de las infancias. En Legend of Zelda, por ejemplo, su hijo aprendió a buscar, negociar, planear e intentar diferentes rutas para avanzar en el juego, muchos otros títulos involucran la resolución de problemas como uno de los retos más fundamentales de la experiencia lúdica.

Los videojuegos también despiertan interés en distintas áreas del conocimiento. Una partida de Civilización, o Age of Empires, puede fácilmente animar a una familia a hablar o investigar sobre historia, de la misma forma que Penguin Jump puede fomentar habilidad y pasión por las matemáticas básicas.

La socialización y la formación tanto del trabajo cooperativo como de la sana competencia, es otra prestación didáctica importante presente en los videojuegos. Los modos multiplayers, monitoreados por mayores responsables, son una excelente herramienta para que las infancias comiencen a convivir en grupo, crear vínculos y experimentar los aspectos colectivos del aprendizaje.

Las habilidades artísticas y creativas de las infancias también pueden verse altamente beneficiadas con títulos como Minecraft o Roblox, que son básicamente lienzos en los que se puede crear desde cero la experiencia que se desee, en artículos anteriores hemos hablado acerca del enorme potencial que encierran este tipo de juegos. Dicho esto, es necesario que las cabezas de familia estén al tanto del tiempo que se juega y se involucren en la experiencia. ¿Por qué es esto importante?

El aspecto familiar

Llevar los videojuegos a la esfera familiar, con horarios y enfoques razonables acordados en equipo, puede enriquecer la dinámica en casa. La consecuencia más directa es el tiempo de calidad, la creación y mantenimiento de un vínculo con las infancias en casa, así como conocer sus intereses y generar un camino más de comunicación filial.

El trabajador social y especialista en prácticas saludables de videojuegos, Andrew Fishman, explica claramente cómo puede mejorar la conversación cuando las cabezas de familia entienden la experiencia del juego y saben balancear con otras actividades, como los quehaceres domésticos o escolares. Un ejemplo conciso que menciona es la comparación de dos formas de decir la misma cosa, una con una conciencia mayor acerca de cómo funciona la dinámica social de un videojuego y la otra sin este conocimiento.

Decir: «Necesitas dejar de jugar tanto, estás sacando malas calificaciones». No va a tener el mismo efecto que decir «Sé que estás jugando WoW con tus amigos, pero terminando esta ronda debes parar para hacer tu tarea». Tomando en cuenta que tanto WoW como muchos otros juegos cuentan con un modo en línea que no se puede detener hasta el término de la partida, entender esto hace mucho más probable que el mensaje será escuchado y la instrucción seguida.

Fishman continúa dirigiéndose al tema de los materiales aptos. Si las cabezas de familia también juegan estarán al tanto de los criterios de clasificación de los juegos y sabrán interpretarlos para adquirir títulos apropiados. Esto es crucial para los modos en línea, los que son dirigidos a un público adulto normalmente tienen personas de mayor edad en los chatrooms y se pueden generar ambientes o conversaciones no aptas para menores. Agrega que la posibilidad de interconexión entre los intereses de las infancias y el potencial de una línea educativa son un recurso muy valioso. Si se muestra un interés por la historia del juego, puede haber una inquietud por la escritura, si les destaca el arte se le puede animar a realizar actividades relacionadas con el diseño o la pintura, si son los aspectos técnicos los que más le llaman la atención, existen campamentos de programación para todas las edades.

Jugar videojuegos en familia es una oportunidad para conocer, guiar y encauzar a sus integrantes a prácticas saludables, experiencia positivas y caminos educativos que no se desbloquearán de otra forma. ¿Juegas en casa? ¿Qué horarios se proponen en tu hogar? ¿Qué títulos prefiere tu familia? Cuéntanos en los comentarios.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0