La innovación educativa en la pospandemia, la experiencia de Colombia

La ministra de Educación Nacional de Colombia, María Victoria Angulo, señala que antes de hablar de innovación educativa hay que hablar de conexión en las zonas rurales.

La innovación educativa en la pospandemia, la experiencia de Colombia
María Victoria Angulo, ministra de Educación Nacional de Colombia. / Foto: Gabriela Beltrán.
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En Colombia se han puesto en marcha programas relacionados con Ciencia, Tecnología Ingeniería y Matemáticas y competencias digitales para el regreso a clases presencial.

En el 2022, los alumnos de Colombia regresarán al modelo presencial en las escuelas, pero eso no significa que se ignoren las adaptaciones y estrategias de enseñanza que se implementaron por la pandemia. “La innovación, los nuevos medios y la tecnología nos trajeron un maravilloso ecosistema que nos apoya y nos muestra nuevas formas que revitalizan el número de interacciones con los estudiantes”, dijo María Victoria Angulo, ministra de Educación Nacional de Colombia durante el 8vo Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE) organizado por el Tec de Monterrey.

La innovación educativa en la pospandemia y el regreso a clases

Colombia fue el segundo país de América Latina –después de Uruguay– que retomó los espacios educativos este año, una vez que se amplió la cobertura de vacunación para evitar que se agravara la crisis de aprendizajes. Este problema ha sido muy recurrente en la región como resultado del COVID-19, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo reconoce.

La ministra indicó que la pandemia ha sido la época más difícil de los últimos 100 años, debido a la deserción escolar y el rezago de aprendizajes. Ahora –aseguró– toca acelerar el cierre de brechas educativas. Pero no es una tragedia, sino una lección.

Innovación en el aula, el cambio en marcha

Para que funcione un esquema educativo híbrido, explicó, primero hay que dotar de conectividad, equipos de cómputo y formar las competencias digitales de la población. “La discusión en América Latina no solo es que las poblaciones se conecten rápidamente, sino ir preparando a esas comunidades sobre lo que implica estar conectado; una conexión con propósito, una de conocimiento”, dice la ministra de Educación.

Entre los programas que se han adaptado en los últimos meses al ecosistema nacional de innovación educativa de aquel país está Colombia aprende al que tienen acceso 10 millones de usuarios. Consiste en una serie de plataformas educativas a las que pueden acceder los profesores y estudiantes para apropiarse de recursos educativos digitales como Aprender Digital y Contacto Maestro.

Otro recurso son los Aprendizajes para el futuro donde se despliegan contenidos de Ciencia, Tecnología Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). A los niños se les enseña a programar con el taller Coding for Kids y se organizan  campamentos donde los estudiantes resuelven retos de robótica, desarrollo de software y contenidos STEM con el programa SuperNova.

Los retos regionales

Hay tres elementos esenciales en la agenda educativa de cualquier país de América Latina que mencionó María Victoria Angulo:

Trayectorias educativas completas

De Latinoamérica, México fue de los primeros países que lo adoptó con la organización Mexicanos Primero. Comenzó hace más de 12 años, como un derecho para que los estudiantes tengan acceso a la educación en todo momento.

Significa luchar contra la deserción y diseñar trayectorias ajustables a las necesidades de formación y conocimiento. Implica recursos, complementariedad de los aprendizajes, que sector público y privado trabajen conjuntamente.

El modelo híbrido y los ejercicios que se pueden hacer con realidad aumentada, en donde se combina la presencialidad con clases en línea síncronas y asíncronas. Pero tienen que ir de la mano con políticas claras de conectividad a zonas lejanas para que se convierta en una gran posibilidad para niños y jóvenes.

Cierre de brechas y calidad

No hubo un proceso homogéneo de aprendizaje en la pandemia en América Latina. Unos estudiantes tuvieron equipo de cómputo, otros televisión, otros radio y guías escolares. Por eso, dice que hay que redoblar esfuerzos para cerrar esas brechas. Las formas de aprender de cada individuo son distintas y con la pandemia se acentuaron estas realidades.

Articulación con el mercado laboral

En América Latina los cambios normativos en educación superior no solo deben dar seguridad jurídica a las universidades, sino que les tiene que ampliar el tipo de modalidades y el tipo de alcances de las nuevas áreas a incursionar. Es falso el dilema entre estudiar la universidad o certificarse como técnico para asegurar el futuro laboral. “No es cierto, no es verdad, necesitamos universidades que combinen programas de pregrado con distintas salidas y certificaciones parciales de conocimiento que habiliten laboralmente como lo hace el Tec de Monterrey”, comentó.

Con todo, la pandemia no debe verse como una tragedia en el ámbito educativo. Angulo más bien espera que se sumen esfuerzos públicos y privados para que los alumnos se recuperen del rezago. “Es una época para que los presupuestos de educación sigan siendo los primeros en todas partes para que la conversación sea amplia y la innovación sea el gran detonante”.

La educación superior será el mejor escenario para propiciar espacios que dignifican al maestro, que lo acompañan, y agregan valor en los años que vienen tan retadores para cerrar brechas.“Generemos una relación positiva y propositiva entre familia, escuela y sociedad. La retroalimentación comunitaria, la retroalimentación de la familia y los maestros esfundamental en una época tan decisiva“, afirmó.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0