La ciencia espacial le enseña a estudiantes que el cielo ya no es el límite

Hace 50 años apenas se hablaba de viajar al espacio, hoy la ciencia y tecnología espacial están al alcance de todos.

La ciencia espacial le enseña a estudiantes que el cielo ya no es el límite
Sergey Khakimullin
Una lectura de 5 minutos

En julio de este año, La NASA compartió las imágenes más profundas del universo hasta la fecha. La gente siempre ha anhelado saber más del universo y la ciencia espacial. Los mayas, por ejemplo, veían la astronomía como una guía para el desarrollo de sus vidas. 

En 1960 empezó el “Programa Apolo” que culminó en el primer viaje a la luna. Este momento histórico fue un precedente en la ingeniería ya que representó encontrar nuevos materiales, métodos, mejores sistemas técnicos y de fabricación, e incluso descubrir nuevas leyes de la naturaleza. La tecnología espacial incluso impacta al mundo en áreas que uno ni se imagina, empezando por la televisión satelital, la señal de los teléfonos móviles y el PGS. 

Ethan R. Siegel, un astrofísico teórico y escritor científico estadounidense, escribió para Forbes describiendo por qué es importante explorar el espacio. Él menciona que la tecnología espacial, específicamente el satélite artificial terrestre, ayuda a examinar amplias áreas de tierra en poco tiempo, lo que mejora el uso de la tierra para los agricultores, la ganadería y la pesca. Además, este monitoreo satelital indica el estado y la condición de cultivos, el sueño, las sequías, las lluvias, etcétera.

“Se ha estimado que incluso un sistema modesto de satélites terrestres equipados con recursos terrestres, sensores, trabajando dentro de un programa para mejoras agrícolas en todo el mundo, aumentará las cosechas anuales en un equivalente de muchos miles de millones de dólares”, escribió Siegel.

La NASA, en conjunto con diversas empresas privadas, están desarrollando el programa “Artemisque planea establecer vida humana en la luna y “sentar las bases para que las empresas privadas afiancen una economía lunar y, finalmente, enviar humanos a Marte, a partir de 2033”.

Para muchas de las nuevas generaciones, es difícil creer que apenas hace 53 años se aterrizó en la luna por primera vez. Ahora, no se necesita ser astronauta para llegar al espacio, como demostró SpaceX en septiembre del año pasado cuando Jared Isaacman, el fundador y director general de Draken International, piloto, filántropo y astronauta comercial estadounidense, financió un viaje privado por la órbita de la tierra. Junto a él viajaron la asistente médica Hayley Arcenaux, el ingeniero de datos Chris Sembroski y la geocientífica y especialista en comunicación científica Sian Proctor.

La educación espacial permite a los estudiantes soñar en grande

Aunque el estudiante no sueña con ser astronauta y conocer el espacio, la educación sobre el espacio y su exploración es importante ya que no sólo enfatiza las materias STEAM, sino que los motiva a soñar con algo más grande de lo que ya saben y experimentan ahora. 

Es importante enseñarle al alumno que la exploración espacial no se limita sólo a la industria, las instituciones académicas también juegan un papel importante. En Georgia Tech, por ejemplo, están construyendo “Lunar Flashlight”, un pequeño satélite que orbitará la luna y buscará hielo lunar. 

Sandy Magnus, exastronauta de la NASA y profesora en Georgia Tech explica para un blog en su universidad que los nuevos desafíos y las nuevas tecnologías que enfrenta la NASA requerirán experiencia multidisciplinaria. Va más allá de problemas de aviónica, un problema térmico o un problema de materiales, se necesita mucha investigación  interdisciplinaria y multidisciplinaria.

Incluso dentro de Georgia Tech los estudiantes pueden participar en actividades de diseño, construcción y vuelo, como concursos de diseño en los que analizan y construyen varios sistemas aeroespaciales y luego compiten contra equipos de otras universidades. 

Y no es sólo a nivel universitario, para K-12 existen herramientas como Mimio MyBot y ShareSpace Giant Mars Map que permiten a los estudiantes crear y programar rovers que simulan lo que hacen los científicos e ingenieros para explorar marte, e incluso, hay actividades que se enfocan en maniobrar los desafíos del terreno, incluida la comprensión de la topografía de Marte. 

También hay kits de STEAM con guías para docentes, lecciones, actividades e incluso planes de estudios donde los alumnos pueden aprender desde cómo el sol afecta la temperatura en distintos planetas y cómo esto afecta la viabilidad de cultivar seres vivos en el planeta. Incluso la NASA ha creado material especializado para educadores y estudiantes. 

Un artículo publicado en la 6ª Conferencia Internacional sobre Ciencia Espacial y Comunicación (IconSpace) titulado Using Space Science as a Tool To Promote STEM Education to High School Students in Malaysia discute cómo enseñar sobre la ciencia espacial junta dos conceptos clave de la educación STEM: 1) juntar muchas disciplinas separadas (química, biología, física y matemáticas) como una sola, asumiendo que su importancia compartida promoverá avances en la comprensión del mundo natural y para innovar, y 2) enfatizar la conexión de la lógica y el marco conceptual en diferentes campos de STEM y tratar la educación de manera integral.

La publicación hace énfasis en una área dentro de esta disciplina llamada “astrobiología”, que describen cómo “un dominio multidisciplinario relativamente nuevo de la ciencia que plantea preguntas específicas sobre los orígenes de la vida, la búsqueda de vida extraterrestre y el futuro de la vida; que integra toda la física, la química, las matemáticas, la biología, incluida la informática, integrando big data e inteligencia artificial”. 

Los temas STEM, según los autores, a menudo son estigmatizados como difíciles de aprender, pero la ciencia espacial ha ido en aumento debido a la ciencia ficción y la curiosidad e imaginación que acompañan el género. 

Justamente por lo ligado que está la ciencia espacial con la imaginación, Jeff Bezos por medio de su empresa de transporte espacial Blue Origin, creó en el 2019 el programa “Club for the futuredonde invita a estudiantes, educadores e incluso padres a dibujar o escribir su visión de millones de personas que viven y trabajan en el espacio y la envían al club en un correo electrónico o por correo tradicional. Una vez recibidas, estás se empaquetan y vuelan al espacio junto a la tripulación y, cuando la nave regrese a la tierra, será devuelto al dueño con un sello de que llegó al espacio. 

La idea detrás es inspirar a las nuevas generaciones a unirse a una carrera en STEM para convertir su visión del mundo en el espacio en una realidad, además de demostrar al alumno que el espacio es algo que puede alcanzar. El programa también ofrece recursos sobre diversas maneras de incluir el espacio en el aula y formas de colaborar con ellos.

La Estación Espacial Internacional (ISS) creó una comunidad de estudiantes, maestros y organizaciones llamada “Space Station Explorers” donde ofrecen lecciones para replicar ciertos experimentos que realiza la ISS. Buscan que, con esta “probadita” de la vida de un astronauta, se motiven a descubrir más del espacio y estudiar algo relacionado. La ciencia del espacio va más allá de ser astronauta, incluye científico atmosférico, ingeniero aeroespacial, técnico de aviónica, analista de datos, entre otros. Como mencionó Sandy Magnus, es un área que requiere disciplinas multidisciplinarias. 

A diferencia de hace 50 años, llegar al espacio es cada vez algo más accesible, por lo que es vital motivar a los alumnos a ver hacia arriba. La tecnología y ciencia espacial es algo que se utiliza todos los días en cosas como aplicaciones de rutas que ayudan a evitar la congestión del tráfico o las aplicaciones de viajes compartidos, ya que necesitan esta herramienta para determinar con precisión dónde están los usuarios al usar el viaje, a dónde van, cómo está la vía, etcétera. 

En la construcción, algunas empresas están utilizando imágenes satelitales de alta calidad combinadas con tecnología espacial para cotizar ciertos trabajos sin tener que visitar el sitio. Incluso compañías de seguro utilizan esta tecnología para evaluar el riesgo de manera remota de edificios. Hasta las aplicaciones de citas la usan para mostrar posibles parejas en la zona. Si algo ha demostrado la exploración espacial es que el cielo ya no es el límite. 

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0