El racismo sistémico en el sistema educativo

La existencia de sesgos raciales en las escuelas impacta en la experiencia que tienen alumnas y alumnos en su proceso de aprendizaje.

El racismo sistémico en el sistema educativo
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Los sesgos raciales en las escuelas impactan en la experiencia que tienen alumnas y alumnos en su proceso de aprendizaje y en cómo los docentes se dirigen en el aula. 

El 25 de Mayo, en Minneapolis, Estados Unidos, George Floyd falleció a manos de un policía, lo que desató protestas en todo el mundo contra el racismo en un movimiento llamado Black Lives Matter.  Aunque este movimiento existe desde el 2013, debido a los hechos recientes, ha obtenido nueva fuerza en señalar el racismo que existe en el sistema policiaco, el gobierno y en la sociedad.

Entre las áreas más vitales para enfrentar el racismo en la sociedad están las escuelas, ya que estas pueden perpetuar desigualdad racial, por lo que es importante capacitar a los educadores para tratar el tema en el aula.

Casualmente, un mes antes del asesinato, la Asociación Americana de Investigación Educativa (AERA, por sus siglas en inglés) realizó una encuesta para examinar el sesgo racial de los maestros. Según explica la encuesta, las escuelas son lugares donde se debe promover la equidad  y enseñar al alumnado sobre el tema, pero no siempre es así, por lo que buscaban descubrir si los educadores tienen menos prejuicios explícitos e implícitos pro-blancos en comparación con la comunidad no docente. La encuesta incluye la participación de 1.6 millones de personas, de los cuales, 68.930 son docentes.

Jordan Starck, autor del estudio, explica que las escuelas son un “microcosmos de la sociedad», por lo que se ve afectado por el racismo en temas como el proceso de contratación de maestros y la convivencia entre alumnos de distintas etnias.

AERA realizó una prueba de rapidez y precisión donde los participantes separaban a gente de tez blanca con palabras positivas y los de piel oscura con palabras negativas. El 77 % de los educadores resultaron tener un sesgo implícito mientras que un 77.1 % de las personas blancas encuestadas cuentan con este prejuicio. Después, los investigadores descubrieron que el 30.3 % de los docentes tienen sesgo explícito en comparación a 30.4 % de profesionistas que no son educadores.

La existencia de sesgos raciales en las escuelas impacta en la experiencia que tienen alumnas y alumnos en su proceso de aprendizaje, la calidad de la educación que reciben, y en cómo los docentes se dirigen en el aula.

En reportes pasados se encontró que los estudiantes racializados tienen menos probabilidad de recibir clases avanzadas o para superdotados, al contrario, son los que más reciben detenciones y castigos, especialmente cuando sus maestros son personas blancas.

«Los niveles de sesgo de los docentes están relacionados con los resultados de los alumnos: cuanto más sesgados son los docentes, peor son los resultados de los alumnos», dijo Starck. «Los maestros perciben, evalúan y tratan a los estudiantes de manera diferente en función de su etnia, y hay un gran papel que desempeñar el sesgo en esas disparidades».

Además, Starck señala que tener “buenas intenciones” no es suficiente, y que no es su intención que los docentes se sientan culpables, pero este tipo de estudios son necesarios para destacar la necesidad demás recursos y apoyo para manejar los sesgos raciales.

Stark invita a líderes y directivos escolares a apoyar el desarrollo profesional de los maestros para abordar sus propios prejuicios y evitar que estos afecten a sus alumnos. Muchos distritos escolares iniciaron acciones en este sentido ofreciendo capacitación a los docentes para que sean más conscientes de su sesgo implícito y explícito y cómo cambiarlo. Los expertos explicaron que este tipo de desarrollo personal y formación profesional donde se les pide autoexaminarse y actuar, es algo que no se hace tradicionalmente.

También es necesario facilitar las conversaciones sobre esta introspección y cómo se manifiesta el racismo en las políticas y procesos de la propia institución. Además, se debe analizar a los estudiantes y preguntarse: ¿cuáles son sus calificaciones? ¿Asisten a clase? ¿Qué tal su disciplina? ¿Abandonan mucho la escuela? ¿Existen diferencias según la etnia y el género?

Por otro lado, Nick Morrison considera que la mejor manera de erradicar el racismo es cambiar la educación, empezando por incluir en los libros de historia personajes de diferentes etnias, incluir la esclavitud en el plan de estudios y cambiar el nombre de escuelas que tengan personajes que traficaron con esclavos o con antecedentes racistas.

Además, existen estudios que demuestran que los estudiantes racializados por ser personas negras son sistemáticamente despreciados por los docentes en comparación a otros grupos étnicos. Además de estar sobrerrepresentados en las escuelas de derivación de estudiantes, donde son excluidos de las instituciones tradicionales y son expuestos a las drogas y narcotraficantes.

También son discriminados por su cabello y pueden tener menos oportunidades de ingresar y completar una licenciatura o estudios superiores. Esto trae como consecuencia una brecha de oportunidades entre personas negras en comparación con personas blancas y de otras etnias, alienándolos y limitándoles las oportunidades de crecimiento profesional.

Aunque no hay manera sencilla de eliminar el racismo sistémico en el sector educativo, al igual que en la investigación de AERA, Forbes recomienda empezar por educar a los maestros sobre sus propios prejuicios. También es importante contratar a más docentes de distintas etnias para dar más representación, incluir más libros de autores y autoras racializadas para que cuenten historias lideradas por protagonistas diversos y buscar acciones positivas en la educación superior que atraigan más estudiantes de todas las etnias.

Participación del gobierno, líderes escolares, docentes y la comunidad educativa en general también es necesaria y fundamental para lograr un verdadero cambio. Como dice Jordan Starck: «Es necesario abogar por un cambio social más amplio, o el mismo tipo de prejuicios se perpetuarán».

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0