Siete claves para optimizar el aprendizaje asíncrono

La modalidad asíncrona nos brinda la oportunidad de que los estudiantes desarrollen la autonomía necesaria para la autorregulación de su aprendizaje.

Siete claves para optimizar el aprendizaje asíncrono
Una lectura de 10 minutos

Tal y como lo prometí en un artículo anterior, me gustaría compartir con ustedes algunos aspectos claves para el diseño del aprendizaje asíncrono. Luego de varios ciclos de práctica (crear-medir-aprender), encontré una forma muy efectiva para el aprendizaje de manera asíncrona utilizando guías de aprendizaje.

Cada una de las claves propuestas puede ser implementada de manera individual dado que todas poseen un impacto favorable en el aprendizaje. Si bien, lo ideal es utilizarlas todas, no es necesario implementarlas todas juntas, se pueden implementar poco a poco en función de las prioridades que se requieran.

Imagen N°1: Caratulas de tres guías de aprendizaje. La estética de las carátulas representa una analogía de los muros de corchos que usan los detectives en las películas para pinchar las fotos de los sospechosos, de los lugares, de las evidencias en la escena del crimen y otros elementos de una investigación mostrando sus relaciones. Créditos: Estas guías fueron creadas sobre la base de un template de Slidesgo, e incluye iconos creados por Flaticon, e infografías e imágenes creadas por Freepik.

“Podemos ofrecer una amplia variedad de contenido en formatos diferentes para una modalidad asíncrona tales como: libros, capítulos de libros, artículos académicos, artículos web, videos, podcast, webinars, referentes en redes sociales, películas, documentales, expertos a entrevistar, programas de simulación, artículos interactivos, etc., ¡no dejemos de buscar!”

A continuación, comparto siete consejos prácticos que pueden implementar en su clase para optimizar el aprendizaje asíncrono.

1.- Crea un contexto favorable para el aprendizaje. El aprendizaje no se realiza “en el vacío” más bien, es una actividad social que requiere de interacciones entre personas, hacer preguntas, comprender consignas, resolver problemas, cometer errores, realizar reflexiones, intercambiar feedback. Estas actividades y otras similares, pueden realizarse de manera más o menos efectiva dependiendo del conjunto de valores compartidos y acordados -generalmente de manera implícita- entre todas las personas que participan en el curso, incluido el profesor.

¿Cómo crear este tipo de contextos de manera asíncrona? La clave está en hacer explícito el conjunto de valores que queremos compartir con nuestros estudiantes. Voy a dar un ejemplo de esto. En mis épocas de estudiante, un compañero le hizo una pregunta al profesor, éste estaba escribiendo en el pizarrón, luego de escuchar la pregunta, dio media vuelta -y sin dejar de escribir dijo, en un tono socarrón- “eso que usted pregunta, lo tendría que haber aprendido el año pasado”, y siguió escribiendo sin responder la pregunta…

¿Qué clase de valores implícitos promueve este tipo de comportamientos?, bueno no lo sé, lo que sí sé, es que en ese curso yo no hice ninguna pregunta. Esta triste anécdota es un claro contraejemplo de cómo diseñar y comunicar de manera explícita los valores que queremos compartir con nuestros estudiantes para optimizar el aprendizaje. Para evitar estas situaciones diseñé cuatro actividades comunicadas de manera asíncrona incluidas en la primera guía de aprendizaje para la creación de contextos favorables.

Imagen N°2: Actividades para crear contextos favorables incluidas en la primera guía de aprendizaje. Se propone que enfoquen la atención en comprender las consignas, en mostrarse vulnerables, en crear un ambiente psicológicamente seguro y en utilizar una herramienta que diseñé ad hoc relacionada con el desarrollo de habilidades para “aprender a aprender”.

2.- Diseña actividades desafiantes. No hay nada más aburrido que resolver interminables tiras de ejercicios, -créanme, soy ingeniero resolví varias de ellas, recuerdo una en particular que tenía 200 ejercicios-. Estas son actividades que resultan repetitivas, monótonas y siempre aparece un ejercicio difícil de resolver que generalmente provoca un deseo de abandonar la tarea. El problema con esto, era que el desafío no estaba diseñado para una experiencia óptima. Tal como lo señala la teoría de Flow, los desafíos no deben estar alejados de las habilidades, si están muy por encima nos provoca ansiedad, y si están por debajo nos provoca aburrimiento.

Entonces, ¿cómo diseñamos actividades desafiantes que los estudiantes sí quieran realizar? Una de las claves, es justamente tener en cuenta que el desafío propuesto sea equivalente a la percepción que los estudiantes tienen sobre sus propias habilidades. Una segunda clave, es correr del centro la consigna “encontrá el resultado correcto” y centrar la atención en el “disfrutá mientras resolves el desafío”. Esto no implica olvidar el resultado, sino intercambiar la importancia que solemos dar al resultado, por la importancia que solemos dar al proceso de resolución. Otra clave, es priorizar la calidad a la cantidad. En lugar de 200 ejercicios (para su resolución masiva y repetitiva -valores de la primera revolución industrial-), proponer la exploración reflexiva y más profunda de un número manejable de desafíos. En mis guías, propongo cuatro desafíos en cada una de ellas. La clave final es presentarles problemas nuevos y abiertos que les genere incertidumbre (en lugar de disminuirla), lo cual promueve la creatividad.

Imagen N°3: Actividades desafiantes. Izquierda, Guía de aprendizaje N°3 “Cómo pensamos”, la cual incluye un desafío heurístico (se debe encontrar el número que sigue a la secuencia) y el Test de Ratt (en donde se debe encontrar el concepto oculto que asocia las tres palabras de cada fila). Derecha, Guía de aprendizaje N°4 “Divergencia y convergencia”, la cual incluye un desafío que permite comprender conceptos tales cómo la fluidez y la flexibilidad.

3.- Promueve el aprendizaje significativo. Si sos profesora o profesor seguro escuchaste esta clásica pregunta de tus estudiantes “¿Profe…, y esto para qué me sirve?” Los profes damos distintas respuestas a esta pregunta que van desde “(de alguna manera misteriosa) esto permite entrenar tu cerebro para poder pensar mejor” -incomprobable la mayoría de las veces-, hasta “el conocimiento no ocupa lugar…” -Mentira…! -. Lo que propongo para este punto, es invertir el enfoque, en lugar de intentar descubrir qué es importante o significativo para mis estudiantes, se los pregunto directamente a ellos. O mejor, hago que ellos lo descubran por sí mismos, y trabajamos sobre eso, ¡ahora ya no hay lugar para la clásica pregunta!

¿Y cómo se implementa esta actividad mágica? La clave es utilizar el autoconocimiento y la autoobservación para que las chicas y chicos de mi curso descubran por sí mismos temas de su gusto e interés que son significativos, así como sus propias maneras de ser y pensar. Luego de sus descubrimientos basan sus proyectos en el tema que les haya surgido, todo lo nuevo que aprenden lo asocian con sus intereses preexistentes ¡Mágico!

Imagen N°4: Actividades de autoconocimiento, auto observación, identificación de gustos e intereses. Izquierda, Guía de aprendizaje N°2 “Motivación”, la cual incluye actividades que permiten identificar aquello que los motiva. Derecha, Guía de aprendizaje N°1 “Preparación y autoconocimiento”, la cual incluye actividades que permiten identificar gustos e intereses propios.

4.- Utiliza analogías basadas en lo conocido. La analogía es una de las herramientas más poderosas que los profes siempre utilizamos para poder explicar conceptos. “¿Qué explica el principio de incertidumbre de Heisenberg?”, explica las dificultades de algunos perfeccionistas para tener sexo…, dado que siempre que encuentran el momento, no pueden encontrar la posición y siempre que encuentran la posición, no pueden encontrar el momento. Este es un ejemplo humorístico sobre cómo explicar, -en un curso de física cuántica-, la imposibilidad de encontrar, al mismo tiempo, el momento y la posición de una partícula, sobre la base de algo tan conocido -y atractivo para los estudiantes universitarios- como el sexo.

¿Me estás diciendo que tengo que hacer chistes sexuales para explicar conceptos? No, claro que no. Los chistes utilizan analogías, pero no todas las analogías son graciosas, la clave está en comprender que las analogías establecen un paralelismo conceptual de estructuras relacionales entre lo que los estudiantes conocen (análogo base), y lo que pretendemos explicar (análogo objetivo). El humor es uno de los recursos, pero también podemos utilizar analogías basadas en imágenes con impacto visual, infografías, cómics, series y personajes de película conocidos, etc.

Imagen N°5a: Analogías basadas en imágenes con impacto visual, infografías, cómics, series y personajes de película conocidos, etc. De izquierda a derecha, regla de oro de la materia (analogía con lugares en donde no se puede entrar), relación entre cerebro y movimiento (analogía con el ciclo de vida de las ascidias), técnica de premortem de proyectos (analogía con las celebraciones mexicanas del día de los muertos).


Imagen N°5b: Analogías basadas en imágenes con impacto visual, infografías, cómics, series y personajes de película conocidos, etc. (continuación). De izquierda a derecha, ejemplos de bisociación (analogía con la serie Dr. House), 14 Componentes clave de la creatividad (infografía basada en un artículo académico), ejemplo de proceso creativo (formato de cómic de una charla TEDx de Pedro Saborido -productor, guionista y director de cine, de radio, teatro y televisión argentino-).

5.- Invierte tiempo en curar contenidos. Me encantan las charlas TED, disfruto y aprendo mucho de ellas, y tuve la suerte de ser orador de una charla TEDx Un oso, un burro y un ingeniero . Con el correr de los años vi muchas charlas y pude acumular un conjunto de favoritas (que he visto más de una vez). Como los temas que más me interesan ver en las charlas, son los mismos que dicto en mis cátedras, pude identificar aquellas que son ideales para explicar conceptos. Estas charlas funcionan muy bien porque permiten complementar lo aprendido profundizando conceptos y a veces mostrando más de un enfoque sobre un tema específico. Usar este tipo de contenidos es ideal, sobre todo si nos manejamos con clase invertida o Flipped Classroom, dado que representan un complemento teórico adecuado propio de la modalidad asíncrona.

¿Cómo curar los contenidos que ofrecemos en la modalidad asíncrona? Además de validar las fuentes, la clave está en pensar como estudiante, “si yo fuera estudiante y estuviera cursando la misma materia que dicto, ¿Qué contenidos me gustaría ver?”, sin duda, un tipo de contenidos serían las charlas TED (aunque claro, no son el único tipo de contenidos que podemos usar).

Imagen N°6a: Como luce una guía de aprendizaje completa. De izquierda a derecha, carátula de la guía, infografía de bisociación, ejemplos de bisociación.


 Imagen N°6b: Como luce una guía de aprendizaje completa (continuación). De izquierda a derecha, más ejemplos de bisociación, actividades propuestas para la modalidad asíncrona, 6 contenidos propuestos ya curados para la modalidad asíncrona.

6.- Utiliza diversos formatos de los contenidos. La modalidad asíncrona nos permite una variedad de tipos de contenido muy diferentes, así como los formatos en que se encuentran. Si como contenido sólo ofrecemos apuntes (en formato texto) y en el mejor de los casos los complementamos con más apuntes (en formato presentación), les recuerdo que en la modalidad asíncrona los estudiantes suelen tener a mano una cama o un cómodo sillón. Por favor, ¡no los invitemos a dormir! Recordemos que además de libros, capítulos de libros, artículos académicos, existen, artículos web, videos de YouTube / Vimeo/ Twitch, podcast, webinars, referentes en redes sociales, películas, documentales, expertos a entrevistar, programas de simulación, artículos interactivos, etc., ¡no dejemos de buscar!

7.- Facilita la autorregulación del aprendizaje. Otro aspecto interesante de la modalidad asíncrona es que nos brinda una oportunidad para promover en los estudiantes el desarrollo de la autonomía necesaria para la autorregulación de su aprendizaje. Si bien la clase invertida disminuye la carga horaria de teoría, no la elimina. Esas horas se restan de la cursada, pero se suman en la modalidad asíncrona demandando valioso tiempo de los estudiantes. Valioso porque su costo de oportunidad es muy alto, captar la atención en la modalidad sincrónica ya es difícil, tanto más difícil es en el mundo asíncrona (sobre todo porque no estamos allí para amenazarlos con desaprobar o al menos extorsionarlos con una baja nota) -Por favor, ¿alguien tiene una máquina para detectar sarcasmo? quisiera saber si esto último lo dije en serio-.

¿Cómo podemos lograr que consuman todos los contenidos que brindamos para la modalidad asíncrona? Además de contemplar todo lo anterior, la clave está en permitirles a los estudiantes elegir el momento y la frecuencia con la que consumen dichos contenidos, -y esto sí es en serio-. Para esto, deben percibir que los contenidos propuestos no son una carga que les quita mucho tiempo durante la semana. Ayudando a esta percepción hago una cuenta muy sencilla, entre encuentro y encuentro hay una semana de diferencia. La semana tiene siete días, -pero no cuento el fin de semana-, así que tenemos cinco días. Durmiendo un promedio de 8 horas por día, cada día tiene aproximadamente 16 horas útiles, multiplicado por 5, da 80 horas útiles, lo que en minutos es 4.800 minutos -entre encuentro y encuentro-. En las guías incluyo en el enlace a los contenidos la cantidad de minutos de cada contenido, una charla TED tiene de promedio 15 minutos, la lectura de un artículo web puede tener entre 5 y 10 minutos, etc. Cada guía tiene indicado, además, el total de minutos que los llevaría consumir todos los contenidos, que en promedio son 45 minutos. Lo que representa menos del 1 % del tiempo que tienen en la semana -sin contar sábado y domingo-. Antes de hacerles las cuentas les pregunto ¿no me regalarían menos del 1 % del tiempo útil de su semana? La mayoría responde que sí.

Imagen N°7: Páginas con enlaces a distintos contenidos asíncronos. En las listas se ven los tipos de contenido ya curados y cuánto tiempo insumen. Arriba a la derecha de cada página se indica el tiempo total que insume consumir todos los contenidos propuestos de la guía.

Si el artículo te pareció interesante déjame un comentario, podes compartir tus claves para optimizar el aprendizaje asíncrono. Si quieres una copia de las guías de aprendizaje, pidemelas en el comentario y dejame un mail de contacto así te las puedo enviar. ¡Gracias por tu tiempo y atención!

Acerca del autor

Hernán Mavrommatis (mavromou@gmail.com) Es jefe de Cátedra de “Emprendedorismo e Innovación”. También es investigador en la Universidad Nacional de la Matanza. Es profesor adjunto de “Innovación en valor” en UADE. Es pionero en el dictado de cursos sobre creatividad en organismos públicos, realiza investigaciones sobre prácticas de creatividad organizacional en la Universidad de Buenos Aires. Posee en su haber más de una decena de artículos publicados en dicha materia, y fue speaker TEDxUNLaM.

Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Observatorio de Innovación Educativa

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0