El Informe Horizon mira hacia atrás por primera vez

En su 16ª edición, el Informe Horizon estrena sección llamada «Falla o Escala», la cual reexamina sus pronósticos anteriores.

El Informe Horizon mira hacia atrás por primera vez
Este año, el Informe Horizon estrena una sección llamada «Falla o Escala» la cual ofrece un análisis de las tecnologías y tendencias que se adoptaron o realmente impactaron la enseñanza y el aprendizaje. Foto: Pxhere
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Cada año, desde 2004, el New Media Consortium (NMC) publicó el NMC Horizon Report, un documento que explora las tendencias, desafíos y desarrollos tecnológicos que probablemente tengan un impacto en la enseñanza y el aprendizaje. Desde entonces, el Informe Horizon ha sido reconocido por pronosticar las seis tendencias clave, los seis desafíos y los seis desarrollos en tecnología educativa con el potencial de ser adoptados a corto, mediano y largo plazo.

En diciembre de 2017, el New Media Consortium anunció que cerraría sus puertas. Y solo dos meses después, en febrero de 2018, EDUCAUSE anunció que adquiriría NMC, encargándose también del Informe Horizon.

Si bien este informe ha sido bien recibido y tiene sus seguidores incondicionales, también ha recibido críticas por la falta de retrospectiva y reflexión del informe. Expertos como Audrey Watters argumentan que el reporte no analiza la historia de estas predicciones y las consecuencias que pueden infligir en el sector educativo, lo que puede llevar a la adopción temprana de ciertas tecnologías que podrían no estar bien probadas e investigadas. Watters incluso hizo un interesante gráfico donde resume la historia de las predicciones del Informe Horizon sobre el futuro de la tecnología en la educación superior.

Quizás estas críticas finalmente hayan llegado a los oídos de los creadores del informe, pues este año, por primera vez, el reporte incluye una nueva sección que reexamina pronósticos anteriores. El EDUCAUSE Horizon Report 2019 Higher Education Edition estrena un capítulo llamado «Falla o escala» (Fail or Scale) el cual proporciona un análisis de las tecnologías y tendencias que realmente se adoptaron o impactaron la enseñanza y el aprendizaje.

Según el informe, esta nueva sección ofrece una visión retrospectiva de los pronósticos anteriores desde la perspectiva de antiguos miembros de su panel de expertos. A través de una serie de ensayos, los expertos consultados analizan cómo la educación superior se ha visto afectada por tendencias presentadas en informes de años anteriores, como son el aprendizaje adaptativo, la realidad aumentada y la gamificación.

Pero antes de revisar estos análisis, echemos un vistazo a las tendencias que el informe de este año predice que tendrán un impacto en la educación superior.

Tendencias clave que acelerarán la adopción de tecnología en la educación superior

Esta sección muestra las tendencias «que se espera que tengan un impacto significativo en las formas en que las universidades se acercan a su misión principal de enseñanza, aprendizaje e investigación».

Corto plazo (tiempo de adopción: 1 a 2 años)

  • Rediseño de espacios de aprendizaje

  • Diseños de aprendizaje híbrido

Medio plazo (tiempo de adopción: 3 a 5 años)

  • Avanzando las culturas de la innovación

  • Enfoque creciente en la medición del aprendizaje

Largo plazo (tiempo de adopción: +5 años)

  • Repensando cómo funcionan las instituciones

  • Grados modularizados y desagregados

Desarrollos clave en tecnología educativa para educación superior

Esta sección del informe incluye «seis tecnologías pronosticadas como importantes para la enseñanza, el aprendizaje y la investigación creativa en el futuro».

Corto plazo (tiempo de adopción: 1 año o menos)

  • Aprendizaje móvil

  • Tecnologías analíticas

Medio plazo (tiempo de adopción: 2 a 3 años)

  • Realidad Mixta

  • Inteligencia Artificial

Largo plazo (tiempo de adopción: 4 a 5 años)

  • Blockchain

  • Asistentes virtuales

Además, el informe analiza los seis desafíos que podrían impedir la innovación y la adopción o el escalamiento de tecnología en la educación superior. Estos desafíos se dividen en tres categorías relacionadas con el grado de dificultad en que cada uno podría resolverse a nivel institucional.

Desafíos que impiden la adopción de tecnología de educación superior

Solucionables (los que entendemos y sabemos cómo resolver)

  • Mejorar la fluidez digital

  • Demanda creciente de experiencia de aprendizaje digital y experiencia en diseño instruccional

Difíciles (aquellos que entendemos pero para los cuales las soluciones siguen siendo difíciles de alcanzar)

  • Los evolutivos roles de la facultad con estrategias de tecnología educativa

  • Brecha del rendimiento

Malvados (los que requieren datos e información adicionales antes de que las soluciones sean posibles)

  • Avanzar la equidad digital

  • Repensar la práctica de la enseñanza

Ahora echemos un vistazo a las previsiones del pasado publicadas en informes Horizon anteriores. El reporte de este año comienza con el aprendizaje adaptativo, con la aportación de Nicole Weber, Directora de Tecnología de Aprendizaje de la Universidad de Wisconsin-Whitewater. Esta tendencia apareció por primera vez en el Informe Horizon como una tendencia importante a seguir en 2015. Desde entonces, el tiempo predicho para la adopción se ha movido de cuatro a cinco años en la edición de 2015, a un año o menos en 2017 y de dos a tres años en el informe del año pasado. Este año, sin embargo, el aprendizaje adaptativo ni siquiera apareció en la lista de desarrollos.

¿Por qué el aprendizaje adaptativo no se ha adoptado hasta ahora? Según Weber, uno de los desafíos más importantes es la inversión necesaria para implementar y escalar esta tendencia. Los panelistas sienten que las herramientas tecnológicas requeridas para implementar esta tendencia están todavía poco desarrolladas, creando una inversión sustancial de parte de la institución en cuestión de tiempo, dinero y recursos.

Por otro lado, la noción de utilizar la tecnología para crear un entorno virtual o híbrido para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes (como por ejemplo la realidad aumentada, realidad virtual o realidad mixta), ha estado surgiendo como una fuerte tendencia desde hace años en la educación superior. Sin embargo, su amplia adopción sigue siendo difícil de alcanzar.

Para Kevin Ashford-Rowe esta adopción no se ha logrado ampliamente debido a los altos costos de implementar tales enfoques a escala. Pero en este caso, la ergonomía, la comodidad y la utilidad también podrían haber jugado un papel clave. Ashford-Rowe cita a AJ Agrawal, quien dice que «nadie quiere ponerse un par de gafas en la cabeza durante su rutina diaria […] incluso las gafas de RA más alucinantes no se adoptarán ampliamente hasta que se vean lo suficientemente ‘normales’ para su uso diario». Muchas instituciones, especialmente las enfocadas en la salud, medicina y negocios, han estado usando la realidad virtual y aumentada para brindar experiencias de aprendizaje auténticas. Sin embargo, su adopción generalizada en educación superior no parece estar en el futuro cercano.

De 2012 a 2014, el Informe Horizon pronosticó que los juegos y la gamificación «se convertirían en una fuerza significativa en la tecnología educativa». Sin embargo, el tema nunca volvió a aparecer en ningún informe a partir de 2015. ¿Que pasó? «Los juegos parecen haberse convertido en una herramienta de medios enriquecidos, utilizada en un puñado de clases en un pequeño número de departamentos», explica Bryan Alexander, futurista, investigador, escritor y profesor. Alexander agrega que la adopción de juegos en el aula requiere mucho tiempo para los profesores, ya que estos tienen que encontrar juegos para cada una de sus clases, evaluarlos e implementarlos. Además, la experiencia adquirida en los juegos comerciales está muy lejos de la experiencia en el aula.

Para Alexander, hay varias lecciones que aprender de esta historia. «Una nueva tecnología, especialmente una que requiere investigación y capacitación significativas, debe poder trabajarse en todo el currículo y en cantidad suficiente para merecer la inversión institucional».

Ciertamente necesitamos volver atrás y aprender de nuestros errores. Es crucial que cada vez que leamos o escuchemos acerca de una nueva predicción sobre el futuro de la educación o de una nueva tendencia, volvamos a los pronósticos que se hicieron en el pasado y analicemos qué les sucedió.

Por último, no puedo cerrar esta nota sin antes compartir esta frase que me llamó la atención: «Podríamos decir que lo que sucede dentro de las discusiones de los panelistas expertos del Horizon Report, se queda en las discusiones de los panelistas expertos», dijo Nicole Weber en su ensayo sobre aprendizaje adaptativo. Me pregunto qué parte de lo que discutieron estos expertos no se publica y por qué.

Puedes descargar el reporte completo aquí. Y también por aquí comparto el enlace donde puedes ver los informes de años anteriores.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0