La importancia de las habilidades sociales y emocionales

Los estudiantes deben estar tan preparados social y emocionalmente como lo están académicamente, sin embargo, muchas escuelas solo se enfocan en lo último.

La importancia de las habilidades sociales y emocionales
Los estudiantes deben estar tan preparados social y emocionalmente como lo están académicamente, sin embargo, muchas escuelas solo se enfocan en lo último.
Una lectura de 3 minutos


Ante los desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día en materia de salud mental, como el aumento en tasas de ansiedad, depresión, estrés, miedo al fracaso, drogas, violencia, el bullying, medios sociales y un futuro incierto gracias a la automatización, enseñar habilidades sociales y emocionales se ha vuelto cada vez más crucial.

Al incluir el aprendizaje social y emocional (SEL) en su educación, se pueden mejorar las relaciones entre los compañeros de clase y los maestros, reducir el acoso escolar, crear un mejor ambiente de aprendizaje y prepararlos no solo para la universidad sino también para la vida.

Aún así, según un estudio realizado por Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning (CASEL), el 77% de los estudiantes de secundaria considera que, aunque reciben una buena educación académica, no se sienten preparados para la universidad porque hace falta incluir SEL en sus clases.

A pesar de estas señales, en Estados Unidos las escuelas no están haciendo lo suficiente para ayudarlos a desarrollar estas habilidades socioemocionales que deberían integrarse activamente a la par de lo académico.

En el estudio, los encuestados respondieron que participar en actividades deportivas o culturales, hablar con un asesor o mentor, han sido maneras en las que han aprendido sobre sí mismos y a convivir con los demás. Todas estas actividades se realizan fuera del aula y solo el 20% de los encuestados admitió tomar una clase formal de SEL, lo que señala la urgencia de aplicarlo regularmente en el plan de estudios.

Enseñando SEL en el aula

CASEL también desarrolló una pequeña guía con ejemplos de cómo integrar habilidades sociales y emocionales a las clases. La guía menciona ejemplos cómo usar un vocabulario que incluya los sentimientos, actividades donde se identifiquen y utilicen estas palabras, discusiones en grupos pequeños o discusiones sobre cómo y por qué las emociones pueden influir en el comportamiento.

En el caso de clases de literatura, se pueden seleccionar libros donde los estudiantes identifiquen similitudes entre los sentimientos de los personajes y sus vidas, para escribir un ensayo o discutir y reflexionar sobre cómo manejaron esas situaciones y qué opinan de las semejanzas.

También, sugieren incluir diferentes culturas o personajes históricos o de la literatura que resistieron los estereotipos o trabajaron para promover la justicia y la igualdad para todos los individuos para hablar sobre temas como la inclusión.

Enseñar comunicación efectiva al momento de hablar en clase, especialmente si se trata de un debate, también es un momento clave que los docentes pueden aprovechar para enseñar a identificar cómo se sienten los demás al reconocer gestos faciales o lenguaje corporal.

Este tipo de actividades, aunado a discusiones o proyectos que promuevan la reflexión sobre sí mismos y los otros, ayudará a que los alumnos aprendan autoconocimiento y autogestión, conciencia social, habilidades para relacionarse con otros y a tomar decisiones responsablemente.

Cómo integrar SEL en la escuela

Para apoyar a los estudiantes a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales dentro del aula, la escuela debe empezar por crear una visión clara de lo que espera lograr al integrar SEL. De ahí, se debe asegurar que los jóvenes sean parte del proceso de toma de decisiones, en especial lo que respecta a la evaluación y su aplicación. Esto ayudará a tomar en cuenta su perspectiva sobre la dinámica social y los desafíos que enfrentan.

Para lograrlo, las escuelas deben capacitarlos, proveyendo un espacio donde puedan compartir sus experiencias y discutan las decisiones que afectarán su desarrollo. Después, reunirlos con maestros y administradores para buscar cómo integrar el aprendizaje socioemocional ayudará a su salud mental y bienestar integral.

Durante esta etapa, las escuelas también deben diversificar el liderazgo y sus oportunidades para ser más inclusivos ya que, en muchos casos, solo se incluye a los alumnos de alto nivel académico, atlético o de liderazgo, en el proceso de toma de decisiones, no aquellos que tienden a ser los más vulnerables.

Además, se debe capacitar a los profesores y administradores e incluirlo dentro de su plan de desarrollo continuo para asegurar que la implementación de SEL en las aulas sea exitosa. Son los docentes quienes deben enfatizar las competencias sociales y emocionales en las instrucciones en el aula, por lo que es esencial ofrecerles desarrollo profesional adicional y oportunidades de aprendizaje continuo.

Por último, se debe promover una agenda de investigación de SEL, asegurando que los estudiantes estén involucrados. Esto ayudará a la formación de los docentes para desarrollar las competencias socioemocionales de los estudiantes. Aunado a esto, la opinión de los alumnos debe seguir siendo parte clave de la creación de herramientas de evaluación válidas ya que su participación garantizará la mejora continua de la recopilación de datos SEL y los informes.

Dado a los desafíos que enfrentan los adolescentes en esta etapa, debe ser primordial para las escuelas escucharlos, reconocer sus desafíos y ayudarlos a desarrollar las habilidades sociales y emocionales que los prepararán no sólo para la universidad o el ambiente laboral, sino también para la vida.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0