¿Aprendizaje basado en zombies?

Lo que empezó como el proyecto de un maestro fanático de la leyenda de los muertos vivientes podría volverse una nueva tendencia educativa.

¿Aprendizaje basado en zombies?
Para escapar de un apocalipsis zombie hay que tener nociones de geografía. Foto: Bigstock
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Enseñar geografía no es fácil, en artículos anteriores se ha tratado el tema de la crisis silenciosa que representa el analfabetismo geográfico, especialmente con la creciente necesidad de profesionales que puedan desempeñarse en rubros de trabajo en los que el conocimiento geográfico es importante.

Los programas de educación geográfica enfrentan un gran reto para mantener a los estudiantes motivados para aprender datos duros como nombres de países, estados, capitales y recursos que tienen cada uno.

David Hunter, un maestro de geografía en Seattle, Estados Unidos, podría haber encontrado la clave para captar el interés de los alumnos de la materia a través de un juego de supervivencia. Las dos más grandes pasiones de Hunter son cosas que normalmente no vendrían juntas, pero con el enfoque correcto, podrían convertirse en una estrategia educacional creativa nunca antes vista.

Fuera del aula, el maestro es un fiel seguidor de la ficción zombie. Películas, series, videojuegos, todo lo que este relacionado con alguna versión de los muertos vivientes en su contenido, es ávidamente consumido por el profesor. Sin embargo, su pasatiempo nunca se mezcló con su faceta como docente hasta que un día se preguntó, por diversión, a dónde huiría en caso de un apocalipsis zombie y por qué. ¿Cómo se ubicaría? ¿Qué recursos tendrían los lugares a considerar que fueran atractivos para un grupo de personas huyendo de monstruos en busca de sus cerebros?

Fue en ese momento que se dio cuenta que la narrativa de una epidemia zombie sería una excelente plataforma para enseñar a sus alumnos el valor de un sentido de la orientación y los lugares que pueden descubrir y mapear con este.

“Cuando comencé con el aprendizaje basado en zombies, yo quería crear un ejemplo significativo de cómo puedes enseñar creativamente aún usando los estándares establecidos”.

El objetivo principal de Hunter era conseguir la atención y motivación de los estudiantes, especialmente aquellos típicamente apáticos. Para lograrlo usó elementos de gamificación para retar a sus alumnos a desarrollar estrategias de escape, contingencia y selección de lugares para posible refugio y reconstrucción bajo una narrativa ficcional de apocalipsis zombie.

Esta narrativa está desarrollada en una novela gráfica, escrita por el mismo Hunter, que cumple a la vez el propósito de un libro de texto pero más amigable. El maestro se preocupó por tener documentos escritos y recursos que pudiera compartir con otros maestro que quisieran aplicar este método para revitalizar las clases de geografía o adaptarlo a otros entornos de gamificación y aprendizaje basado en proyectos.

La principal ventaja del proyecto de Hunter es que permite a los estudiantes aplicar el conocimiento geográfico en una situación práctica. No solo están memorizando datos, están aplicando lo aprendido para solucionar problemas ficcionales, pero concretos y que proporcionan un elemento de entretenimiento.

De la misma forma, un esquema de gamificación profunda permite la retroalimentación y gratificación inmediata, mientras que la narrativa o el storytelling mantiene a los estudiantes interesados y alarga la vida útil del proyecto, permitiendo utilizarlo a lo largo del mismo o con diferentes clases, sin que pierda su efectividad.

Si quieres saber más sobre las bases y aplicaciones de la gamificación, consulta nuestro reporte de Edu Trends que profundiza sobre esta atractiva tendencia educacional.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0