Las mujeres y el trabajo: Una pandemia socioeconómica

El éxodo laboral femenino ya está teniendo graves consecuencias económicas y sociales que podrían extenderse a futuro.

Las mujeres y el trabajo: Una pandemia socioeconómica
Sad teleworker woman wearing mask with problems due coronavirus sitting on a desk with laptop in the night at home office
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La pérdida de posiciones laborales ocupadas por mujeres es tan grande que en algunos países afecta directamente su Producto Interno Bruto.

A raíz de la pandemia por COVID-19, un fenómeno cultural ha tenido un serio impacto sobre un sector importante de la población: las mujeres. En artículos anteriores, hemos hablado acerca de este aspecto enfocado en la academia, pero a casi ocho meses del inicio de los protocolos de cuarentenas y medidas sanitarias, el éxodo femenino de la fuerza laboral a nivel global ha llegado a niveles alarmantes.

En marzo del presente año, el 17 % de las mujeres en la fuerza laboral del Reino Unido perdieron sus trabajos, 4 % más que sus contrapartes masculinas. Durante el mes de abril, tan sólo en Estados Unidos, las mujeres conformaban el 55 % de los 20.5 millones de trabajos perdidos ante la crisis de salud. En la India, 60 % de las personas que salieron de la fuerza laboral eran mujeres.

Desde los inicios de la pandemia ya había una marcada diferencia en el impacto sobre los trabajos ocupados mujeres en el mercado laboral alrededor del mundo. Entrando a noviembre, es notorio que los números de desempleo femenino no han tenido una curva que aplanar como la del COVID-19, al contrario, su ascenso ha sido progresivo y sin interrupciones.

La fuerza laboral femenina en descenso

A medida que la pandemia llega a su segunda ola, los trabajos que desempeñamos las mujeres se ven más perjudicados en comparación a los de los hombres a nivel global. En el caso de México, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que el 50 % las mujeres están en riesgo de perder su empleo como consecuencia de la pandemia, lo cual muy posiblemente extenderá la brecha de género en el mercado laboral mexicano.

En Estados Unidos, las  mujeres abandonaron ocho veces más la fuerza laboral que los varones. India, un país cuya brecha de género en el mercado de trabajo es de por sí pronunciada, cuenta con un 49 % de mujeres que solo pueden contribuir con el 18 % de la actividad económica nacional debido a una marginación social y laboral relacionada con su rol de género. Aún con esta baja participación en el mercado laboral, se calcula que la pérdida económica consecuente de la desaparición de los trabajos femeninos en el país ascenderá al 8 % de su Producto Interno Bruto (PIB).

Los efectos económicos de perder aproximadamente a la mitad de la población laboralmente activa son devastadores, ¿pero por qué sucede esto? En una crisis económica que está costando millones de trabajos a nivel mundial, ¿por qué las mujeres son las más afectadas?

Roles de género y brecha salarial

El efecto que la pandemia ha tenido sobre las familias, que han tenido que doblar esfuerzos para cumplir los deberes laborales, domésticos y educacionales de los hijos ha sido altamente demandante, impactando desproporcionadamente a las mujeres. Lauren Webber, reportera para The Wall Street Journal  enlista puntualmente las razones de índole socioeconómica detrás del éxodo laboral femenino y por qué la salida de las mujeres de la fuerza de trabajo es tan numéricamente superior a la de los hombres.

Los roles de género y la enculturación conservadora son dos de los principales culpables de que un creciente número de mujeres alrededor del mundo estén perdiendo su trabajo o se vean obligadas a dejarlo. En cada hogar, especialmente los hogares con infantes, las mujeres han tomado la mayor parte del trabajo no remunerado, pero necesario, para mantener a la sociedad funcionando, comenzando por las tareas domésticas, de crianza y educación.

Antes de la pandemia, las mujeres ya usaban un porcentaje mucho mayor de su tiempo realizando tareas domésticas, de cuatro a cinco horas diarias aproximadamente, mientras que el 74 % de los hombres no invierten más de una hora diaria en este tipo de actividades.

En un contexto pospandemia, las necesidades de trabajo doméstico y de crianza han aumentado considerablemente. Tanto hombres como mujeres están pasando más tiempo en casa realizando estas tareas. Sin embargo, la distribución sigue siendo desigual, 68 % de las mujeres siguen invirtiendo más tiempo en estas actividades, mientras que solo el 40 % de los hombres las equiparan en horas de trabajo doméstico. Por otro lado, el porcentaje del tiempo invertido en el cuidado y educación de los hijos está un poco más equilibrado. El 61 % de las mujeres utiliza más tiempo para estas actividades en comparación con el 51 % de sus compañeros varones.

Una segunda razón de peso para la relegación de las mujeres a la dimensión doméstica es la brecha salarial y avance laboral con base en el género. Millones de familias a nivel mundial han tomado la difícil decisión de elegir entre el trabajo pagado de un miembro de la pareja cabeza de familia, en la mayoría de los casos se elige en favor del trabajo de la persona que gana más, en parejas heteronormadas, esta persona es casi siempre el hombre.

De acuerdo a estadísticas de Payscale, las mujeres ganan de 81 a 98 centavos por cada dólar ganado por sus colegas varones, esto sin contar los cortes extras en minorías raciales o sociales. En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres latinas ganan 55 centavos por cada dólar ganado por un colega varón y blanco. Bajo el mismo contexto, las mujeres nativo americanas ganan 60 centavos, y las afroamericanas 63 centavos por cada dólar ganado de hombres en puestos similares.

Dejando de lado la injusticia social que esto representa, no se puede debatir que en el mercado laboral el trabajo masculino se tabula más alto que el femenino aún dentro del mismo departamento, entre dos elementos con la misma formación, capacidades, funciones y puestos de trabajo. Debido a esto, a nivel de casa por casa, cada familia perdería más en términos económicos al sacrificar el trabajo de la persona mejor pagada. Debido a esta larga historia de brecha salarial con base en el género, en la mayoría de los casos los hombres son los que perciben más en una familia, como consecuencia es el trabajo de las mujeres el que desaparece con mayor frecuencia en una crisis de esta naturaleza.

Pudiera parecer el menor de los males, o el escenario donde se pierde menos a corto plazo, pero la ola producida por la réplica de millones de hogares tomando la misma decisión tiene efectos notorios en las economías nacionales de muchos países y en los niveles de pobreza globales proyectados para 2030, que afectarán seriamente a las mujeres que hoy son empujadas fuera de la esfera laboral.

¿Piensas que existe una brecha laboral con base en el género y que está siendo agravada por la pandemia? ¿Vives en un hogar en el que el trabajo pagado de las mujeres se vio afectado en mayor proporción o en el que las mujeres hacen la mayoría de las tareas domésticas? ¿Cuál ha sido tu experiencia con lo anterior? Cuéntanos en los comentarios.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0