El pasado 4 de diciembre la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció un plan de cinco años para llevar la educación STEM a todos sus ciudadanos, con el fin de posicionarse como líder global en innovación y generar más fuentes de empleo.
El comunicado declara que el objetivo de esta iniciativa es consolidar una fuerza de trabajo diversa con énfasis en campos de ingeniería, ciencia, tecnología y matemáticas para asegurar una mayor cantidad de descubrimientos científicos y avances tecnológicos en el futuro de los Estados Unidos.
El esfuerzo intentará impulsar el aprendizaje de las disciplinas STEM desde los niveles preescolares de educación hasta los posgrados, caminos alternativos de educación y en todos los entornos laborales.
Bajo el nombre Charting a Course for Success: America’s strategy for STEM Education, este plan tiene cuatro caminos de acción: desarrollar asociaciones entre instituciones educativas, empleadores y comunidades; involucrar e incentivar a estudiantes para que se interesen en las disciplinas STEM; desarrollar la alfabetización digital para resolver problemas y utilizar herramientas tecnológicas de mejor forma; y ejercer estos programas educativos con transparencia.
Este plan se fundamentará, en mayor medida, en programas de aprendizaje basados en el trabajo, como el aprendizaje basado en las pasantías, con el fin de preparar de mejor forma a los estudiantes ante los retos laborales.
Cabe señalar que, como casi todo el discurso del presidente Trump, este esfuerzo está caracterizado por un espíritu de competencia. Como ejemplo, el presidente norteamericano señala que este plan asegurará que la economía y las capacidades de defensa de los Estados Unidos continúen siendo “la envidia del mundo”.
Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0