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Te presentamos un resumen de este diálogo sobre las potencialidades y desventajas de la virtualización de la educación en tiempos de pandemia.
Tres universidades, UOC, PUCP y Tec de Monterrey, conversaron sobre las potencialidades y desventajas de la virtualización de la educación en tiempos de pandemia.
El diálogo “Virtualización de emergencia/COVID-19”, reunió a Mildret Guinart, Oscar Pain y Maribell Reyes, especialistas de la UOC, PUCP y del Tec de Monterrey, respectivamente, para comentar cómo la crisis originada por la pandemia a causa del COVID-19 ha representado un reto para la educación superior, pero también es una oportunidad para evaluar la educación en línea y ver su potencial de mejora.
Los expertos nos compartieron el nivel de virtualidad que sus universidades han alcanzado hasta el momento. La UOC se ha establecido como una institución de enseñanza virtual, el TEC continúa enriqueciendo su experiencia en virtualización y la PUCP comienza su camino en la educación a distancia. De la misma forma, compartieron las dificultades relacionadas a la inmediatez de los cambios, la costumbre de la presencialidad y la adaptación de la comunidad universitaria al nuevo entorno.
Ventajas a distancia
Destacaron que la educación virtual ofrece ventajas tanto para estudiantes como para las instituciones. En el caso de los alumnos, se ha reducido el tiempo invertido en transporte, se cuenta con una disposición permanente de las sesiones de clase y a la vez se puede autogestionar el tiempo. Para las instituciones se ha facilitado la forma de compartir su expertise sobre virtualidad con otras universidades y les ha permitido colaborar con gobiernos alrededor del mundo con el fin de que la educación sea cada vez más accesible.
Los retos y lo negativo de la virtualización
Los especialistas resaltaron que la autorregulación del aprendizaje se puede ver dificultada si es que esta capacidad no ha estado desarrollada en el individuo con anterioridad. Es también negativo haber perdido la interacción entre pares y las relaciones humanas que favorece la presencialidad. Asimismo, se genera sobrecarga de trabajo por la incertidumbre de no saber si el contenido que se está proveyendo es suficiente para suplir lo presencial.
Se enfatizó en las implicaciones de cambiar las evaluaciones a la modalidad virtual y como la evaluación continua se constituye como una buena vía para este objetivo. Se concluyó que para adaptarse es necesario reconceptualizar el modo de aprender y enseñar, de tal manera que se definan los objetivos que se quieren alcanzar con el nuevo modelo y, sobre todo, el ir adecuándose a las necesidades que surjan mediante un acompañamiento continuo.
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Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0 
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