Rampas: nuevas rutas para la educación del futuro

Los alentadores resultados de un innovador modelo educativo para adultos denominado on-ramps, abren una vía frente a los cambios que trae la automatización.

Rampas: nuevas rutas para la educación del futuro
Los alentadores resultados de un innovador modelo educativo para adultos denominado on-ramps, abren una vía frente a los cambios que trae la automatización. Foto por Aleksejs Bergmanis para Pexels.
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La automatización y el auge de la economía centrada en los servicios están planteando uno de los grandes desafíos para el ecosistema educativo.

Entre los esquemas educativos innovadores, alternativos al clásico modelo universitario, un nuevo modelo ha comenzado a llamar la atención entre los investigadores por su efectividad e innovación para brindar mejores oportunidades.

Se denominan como programas on-ramps, vocablo en inglés que proviene de su característica principal de servir como rampas de acceso seguras y ágiles al cambiante mercado laboral.

De acuerdo con un reciente estudio del Strada Institute for the Future of Work, titulado On-ramps to Good Jobs, nueve de cada 10 egresados de estos programas han conseguido acceder a un trabajo estable y bien remunerado.

“(Los programas) On-ramps son motores de movilidad social que empoderan a los adultos con una base amplia de competencias con mucho más profundidad técnica para las industrias en desarrollo”, asegura el documento.

Los programas on-ramps ofrecen educación en competencias digitales y habilidades humanas para los adultos en edad laboral y con educación básica, pero sin título universitario.

Con una duración de dos años, estos programas ofrecen una mezcla de habilidades humanas como pensamiento crítico, comunicación, manejo del tiempo con especialidades técnicas en ciberseguridad, servicios financieros, atención en las áreas de salud o programación.

“Muchos on-ramps presumen altas tasas de colocación —algunas de hasta el 91 por ciento—, mientras otros están conduciendo a incrementos sustanciales en el salario, que oscilan entre el 200 y el 400 por ciento o más”, dice el estudio.

Los programas on-ramps han surgido como una respuesta de la más reciente revolución del ecosistema educativo, denominado por algunos especialistas como New U, una abreviación para nuevo ecosistema educativo después del bachillerato, caracterizado por ofrecer credenciales alternativas y programas flexibles no mayores a dos años y un fuerte vínculo con el mercado laboral.

“Los socios empleadores de programas on-ramps están empezando a reconocer que a través de estas sociedades pueden comenzar a repensar su preferencia por títulos académicos y construir diversas canales para atraer el talento”, agrega el documento.

El estudio se ha centrado en nueve programas de 65 programas de este tipo que están disponibles en los Estados Unidos como Job Train, JVS San Francisco, i.c. star y STRIVE international.

En Estados Unidos se estima que hay 32 millones de adultos en edad laboral que están desempleados y carecen de habilidades, credenciales escolares y vínculos con industrias emergentes. El panorama de la transformación del empleo parece incierto: se estima que hasta un 47 por ciento de los empleos actuales podrán desaparecer por la automatización.

A pesar de los resultados alentadores del modelo de rampas, el estudio señala que estos programas todavía carecen de crecimiento y un escalamiento más rápido.

“Son nuevos y aún están en las primeras fases de desarrollo, con una atención estimada de 100,000 alumnos de una población meta de 32 millones de adultos con un certificado de menos de dos años. En contraste, los Community College atienden a un aproximado de 1 millón de adultos”, apunta el estudio.

Por su parte, en los empleadores todavía prevalece una visión de estos programas como un esfuerzo de buena voluntad, no como un buen negocio. “On-ramps deben construir un mejor caso de negocio para sí mismos porque pueden ser ambos”, señala el documento.

El Strada Institute for the Future of Work señala que los retos de este modelo educativo para su crecimiento es el trabajo en la inversión entre filantropistas y emprendedores, construir una infraestructura con centros técnicos de educación superior e incentivar a los empleadores a contratar a personas con nuevas credenciales.

Este artículo del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación puede ser compartido bajo los términos de la licencia CC BY-NC-SA 4.0